La chauna

José Torrente

El último minuto

EL último minuto es ese postrero suspiro que lo cambia todo, con el que se logra lo que casi nadie veía posible lograr escasos segundos antes. El mundo del deporte tiene ejemplos de ese alargue de la tensión hasta el instante final. José Mari Bakero coló de cabeza el gol que todos los culés hubieran marcado juntos. También de cabeza Sergio Ramos remató en el último suspiro el córner que entristeció a los colchoneros que ya acariciaban la Copa, sin la prórroga que cambiara el final de aquel pleito deportivo. Qué contar de muchos últimos minutos en esta temporada del Granada CF, capaces de transformar tres puntos a favor en uno o ninguno.

El último minuto es una eternidad en baloncesto. Y en esgrima también. Quienes no se peguen al terreno de la pelea hasta el último trance están siendo esquivos con la suerte. Cada minuto cuenta, y mucho más si en ese último minuto hay tantas cosas en juego. Y es que, como dijo Cruyff, todo el toro es rabo.

Ese instante final dejó a Artur Mas no mirando a Cuenca, sino a Esparraguera. Tuvo que ceder y poner en la cima del monte a un desconocido Puigdemont, lo que liberó de la angustia que ató a su 'sinvivir' a los indepes durante más de dos meses, logrando apoyo de los huéspedes de la radicalidad más inhóspita de la CUP, en el último minuto.

Baldoví, el peculiar diputado del Compromís comunista de Valencia, se aferró también al último minuto para compartir una ridícula propuesta de pacto para el gobierno de España, que de tan seria como era se diluyó en media tarde. Esos tres folios eran medidas propias de los últimos coletazos del estilo Zapatero, que aún perdura entre algunos del gremio.

También en el último minuto, a la yugoslava, existe la posibilidad de que Paco se quede compuesto y sin la vara del ayuntamiento de Granada, que aún no la tiene asida. El partido se juega en el campo de Luis Salvador, que es quien puede pitar o no el penalti que amplíe el misterio hasta el final. De momento han mostrado tarjeta amarilla a un diputado de Deportes que no dimite. Si no es relevado, nadie asegura que no le saquen la roja a Paco.

Hoy aún no sabemos qué pasará el jueves en el ayuntamiento de Granada, aunque todos sospechan saberlo. El último minuto tiene a Rocío Díaz en vilo. Y a Paco Cuenca también, pues a pesar de tener amarrado el único punto de acuerdo del programa de gobierno, echar al PP, hay ajustes pendientes por la banda izquierda.

Es la rebaja democrática que nos exhiben, pendientes como están más del juego político partidario que de lo que votó la gente en aquel mayo. Que ya habló, como volverá a hablar en escasos tres años. Y usted que lo vea.

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