La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El último veterano

Norman Lloyd ha fallecido con 106 años tras 94 de carrera. Era el último veterano de la edad de oro de los secundarios

Les suenan los nombres de Edmond O'Brien, Andy Devine, Walter Brennan, War Bond, John Carradine, Eugene Pallette, Edward Everett Horton, Finlay Currie, Thomas Mitchell, Victor McLaglen, C. Aubrey Smith, Charles Coburn o Burl Ives? Puede que muchos no. Pero sus caras sí, seguro. Son algunos de mis actores de carácter -popularmente conocidos como secundarios- favoritos. Hace pocos días ha fallecido, a los 106 años, el de vida más larga y carrera más dilatada de todos ellos. Su rostro no era tan popular como el de los antes citados y su nombre tampoco. Por eso lo traigo aquí. Se llamaba Norman Lloyd.

Empezó a trabajar en el vaudeville en 1921 y rodó su última película en 2015. Cuando debutó sobre las tablas tenía nueve años y cuando se puso por última vez ante las cámaras, 101. No existe otro caso -ni siquiera el de Lilian Gish, que interpretó su primera película en 1912 y la última en 1987- de unión entre una vida de 106 años y una carrera de 94. Nacido en una modesta familia judía de Brooklyn tuvo la suerte, cuando contaba 17 años e intentaba abrirse camino en el teatro, de encontrarse con Joseph Losey -que le ofreció su primer papel en 1932- y Elia Kazan. De su mano se integró en el Federal Theatre Proyect, donde coincidió con Orson Welles. Cuando este creó en 1937 su Mercury Theatre le invitó a unirse a él, debutando con la aclamada y polémica Julio César convertida en una diatriba antinazi. Como otros miembros del Mercury siguió a Welles cuando se marchó a Hollywood para rodar El corazón de las tinieblas. Pero cuando el proyecto se hundió se volvió a Nueva York sin esperar a que Welles presentara otro al estudio. Para su desgracia fue Ciudadano Kane. Lloyd siempre lamentó no haber estado en él.

En 1942 regresó a Hollywood para iniciar su carrera cinematográfica -que simultanearía con la radiofónica, la televisiva y la teatral- con Sabotaje de Hitchcock, a quien le unió una gran amistad y una larga colaboración profesional como actor, productor y director de su serie televisiva Alfred Hitchcock presenta, trabajando entre otros muchos con Renoir, Milestone, Tourneur, Losey, Chaplin, Wise, Weir o Scorsese. En televisión actuó en series míticas como Dimensión desconocida, Star Treck, Se ha escrito un crimen o St. Elsewhere, su único papel protagonista. En paz debe descansar, desde luego, tras tan larga y activa vida.

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