La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Les va ancha

La democracia que nos ofrecen parece endeble. Una especie de pasapuré que lo tritura todo si no es del gusto del que manda

No nos queda más remedio que poner en entredicho la democracia que nos venden Pedro y Pablo. Les queda grande el amplio significado de la palabra. Con inusitado desahogo quieren convertir el interés general en su causa particular. O con ellos o contra ellos. Y eso, muy democrático no parece.

Es equivocado delimitar el concepto "democracia" a ganar en las urnas. Ser demócrata es algo mucho más amplio. Sería ejemplar demostrar voluntad de compartir, no mentir, someter a debate el criterio propio o aceptar la aportación del opositor, de quien impulsa desde la necesaria fiscalización y lealtad. La Transición fue eso. Pero someter la militancia a la voluntad unívoca del líder que manda, cesa y nombra, o, como dijo Bono, poner el partido propio al servicio de un matrimonio, son detalles que hablan mucho de su manera de entender la democracia.

Creer que el poder judicial debe ser obediente ante quien gobierna, sometido a sus intereses partidarios, canalizado a través de la aritmética parlamentaria, nos da otra pista de su nivel. Confundir la independencia de jueces y fiscales con el interés político, les conviene más, quizá por su horizonte penal próximo. Son ellos quienes hablan de ideologizar a los jueces y no que éstos se deban, en exclusiva, al único imperio de la ley. Sería lo democrático interpretarlo así. Pero no parece que esa sea la letra de su reiterada música.

Van a repartirse unos fondos europeos, ¿en orden a la urgente importancia de unos proyectos debatidos por todos? Pues no. Su sanchidad se arroga ser el adjudicador plenipotenciario del maná electoral, con el interés político inversamente proporcional al democrático. Huele.

Que coincidan el Illa ministro y el Salvador candidato autonómico, en plena tercera ola, es un conflicto de intereses con mal acomodo democrático. De estética poco exigente.

Y faltaba lo del Consejo de Transparencia, definido por Pedro Sánchez como garante de la higiene pública. Ya lo ha invadido también. Ha bastado incomodar a Moncloa pidiéndoles información sobre los verdaderos miembros del comité de expertos del Covid, los viajes del Falcon o los invitados de Pedro y Bego a La Mareta y Doñana, para que "su persona" estalle, mande relevar a los osados y achique su transparente autonomía.

La democracia que nos ofrecen parece endeble, de enjundia escasa. Una especie de pasapuré que lo tritura todo si no es del gusto del que manda. Les queda ancha. De sisa, de cintura, y también los bajos de la falda.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios