Granada es una gran desconocida en sí. Nos paramos a pensar en la belleza de sus barrios y calles. Disfrutamos con que la Carrera del Darro de un lugar de atracción mundial. Nos quedamos ensimismados con la Alhambra, el Generalife, la Cartuja... Llevamos por bandera tener la mejor estación de esquí del país, esa que está tan al sur que en su día un campeón mundial la situó "en África". O vendemos la cercanía de la costa con respecto al Veleta, todo en pocos kilómetros y a una hora de distancia. Y así, un sinfín de cosas más que se podrían agregar a esa interminable lista de las bondades de la capital y su provincia. Sin embargo, la mayoría de las veces ni reparamos en cosas que suceden aquí, que son made in aquí y que adquieren dimensión mundial. Es el caso de los investigadores de la Universidad de Granada. Y lo es en casi todos los campos. Ayer les contábamos que el grado de Ciencias del Deporte de UGR estaba entre los 30 mejores del mundo y es el número uno de España. Hoy pueden leer en páginas más adelante que científicos de la UGR logran un nuevo estado de la materia. ¡El valor de lo que tenemos!