Las normas de la buena educación de toda la vida indican que lo suyo es echar los papeles a la papelera... ¿o era al revés? Quizá, esta fue la duda que se planteó el que dejó la papelera de la imagen de esta guisa. En un mundo en el que los políticos se perdonan unos a otros delitos de gran calado mientras que desde la Administración se mira como a un delincuente al que tiene una pequeña deuda con Hacienda, no extraña esta foto en la que el contenido envuelve al continente. Lo dicho, vivimos en un mundo al revés.
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