Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Con su venia, majestad

Una entidad tuvo que pedir permiso a Sevilla para organizar unas conferencias en un salón del Madoc

En muchas ocasiones he destacado la importancia y el protagonismo de Granada en multitud de ámbitos en los que ha sido ya relegada o quieren que lo sea en pro de la desmesurada preponderancia de Sevilla. Importancia política, institucional, administrativa, judicial, religiosa, militar. Y precisamente es a su importancia militar a la que hoy quiero dedicar estas líneas.

Y es que no puede desconocerse la sobresaliente historia de la Capitanía General de Granada, que se remonta a su creación en 1492 por los Reyes Católicos, siendo la primera Capitanía General de Castilla en toda España, hasta que en 1574 pasó a denominarse Capitanía General de la Costa, tras la guerra de rebelión de los moriscos, y se mantuvo vigente hasta finales del siglo XVIII, ya que en 1705 se reafirmó su existencia al ajustarse las distintas capitanías generales a los distintos Reinos de la monarquía hispánica, entre ellas, la de la Costa de Granada, que igualmente perduró tras la reforma de 1841.

Suprimidas en la II República, la IX Región no aparecía en la nueva estructura de 1939, pero, debido al desembarco aliado en el Norte de África en noviembre de 1942 durante la Segunda Guerra Mundial, se decidió reorganizar las fuerzas de la zona, y el 1 de marzo de 1944 se crea la IX Región Militar de España, nuevamente conocida como Capitanía General de Granada, con sede en Granada, y que comprendía las provincias de Granada, Málaga y Almería, incorporándose el 11 de febrero de 1960 la de Jaén.

La IX Región Militar permaneció hasta 1984, cuando se suprimió junto con la II (Sevilla, Huelva, Cádiz y Córdoba), para quedar unificadas en la nueva Región Militar Sur, con Mando y Cuartel General en Sevilla, sin respetar el hecho histórico de ser aquélla la primera región militar de España. Y es que Andalucía ya era CCAA y Sevilla su capital.

Uno más de tantos agravios a nuestra historia pasada y reciente que sigue resonando en nuestros corazones cada vez que ocurren cosas como lo sucedido recientemente a una entidad interesada en la organización de unas conferencias en materia militar en el Madoc, y que, tras solicitarle el Salón del Trono al mentado Mando -último reducto militar de Granada y con supuesta dependencia directa del Jefe de Estado Mayor del Ejército-, obtuvo la sorprendente respuesta de que para la celebración de tales ponencias en dicho Salón tenían que pedirle el permiso a Sevilla.

Cada vez hay menos cosas en esta viña que puedan hacerse sin la venia de su majestad…

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