Granada cambia de año pero no de presupuesto. Así se evidencia cada mes de enero cuando el equipo de Gobierno se ve obligado a gestionar la ciudad con las cuentas de 2015. Las últimas que aprobó el Partido Popular durante su mandato y que ahora utiliza, porque no le queda otro remedio, el PSOE no sin grandes dificultades. Evidentemente, las necesidades de la Granada de 2015 han variado sustancialmente. También las obligaciones de pago en una ciudad que, tal y como detalla el concejal de Economía, Baldomero Oliver, ha soportado el embate de una lluvia de sentencias desfavorables generadas durante el mandato popular. Tampoco Granada cuenta con el mismo sistema de transporte cuya partida se quedó corta desde el principio, a lo que se suman otras sorpresas como la obligación de aumentar el salario a los funcionarios, o de amortiguar las jubilaciones de la plantila de la Policía Local. El PSOE dice que la culpa es del PP en particular y de la oposición en general con quienes no logran llegar a acuerdos. Los grupos de la oposición aseguran que no aprobarán ninguna medida que suponga subir impuestos. Y por unos, y otros... el Consistorio sin barrer.

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