Pensándolo mejor

Miguel Hagerty

Una vida por delante

COMPRARÍAN ustedes una máquina pelahabas de segunda mano? La pregunta, aparentemente banal y hasta insípida, conlleva un interesante sustrato de planteamientos vitales. Surgen interrogativos de casi imposible resolución, preguntas que aumentan el interés hacia la propuesta operación mercantil ¿Quién la vende? ¿Por qué quiere deshacerse de ella? ¿Tiene algún defecto? El carácter eminentemente granadino de su finalidad (¿dónde se comen más habas que aquí?) añade misterio a la venta ya que difícilmente tendría salida comercial en, digamos, Vigo. El destino final de una máquina pelahabas se encuentra necesariamente por estos pagos.

Los escaparates de tiendas de objetos usados son también escaparates hacia el pasado de los vendedores y el futuro de los compradores. A lo mejor la máquina en cuestión fue adquirida erróneamente por internet desde Cantabria y su propietario, harto de comer habas y, tras investigar sobre el consumo de habas en España, llegó a la conclusión de que sólo sería posible revenderla en Granada. Sea como fuere, ver el artilugio en el expositor sugiere múltiples posibilidades para la reconstrucción de su historia hipotética.

Curiosamente, entre todos los objetos que se exponen en esta clase de tienda predominan los instrumentos musicales. Guitarras eléctricas, guitarras españolas, baterías, saxófonos, trompetas, violonchelos, violines, trombones e incluso platillos adornan la exposición cual orquesta fantasmal de ensayos incumplidos. Hasta los instrumentos que, a todas luces, jamás han sido tocados, ni sacados de su estuche siquiera, resultan entrañables por esa media sonrisa -¿sardónica o compasiva?- que parecen lanzarnos desde sus adentros. Es como si nos dijeran: "Compartir la belleza con los demás necesita tiempo y disciplina como todo en esta vida".

Es un poco como la pregunta/trampa del vaso medio lleno o medio vacío de agua. ¿Qué habrá llevado a una persona a comprar un día una guitarra eléctrica, con altavoces y todo, sólo para venderla barata meses después? ¿Significa este acto la insuperable frustración de un imposible aprendizaje o quiere decir que ha avanzado tanto en sus aspiraciones musicales que necesita una guitarra con más posibilidades acústicas?

Un violonchelo de segunda mano puede evocar un pasado penoso de partituras imposibles de leer, horas perdidas y callos en las yemas de los dedos. Por el contrario, puede levantarse en la gran ilusión de un músico nato que pasa fortuitamente delante de la tienda y se encuentra con su vocación. Estos instrumentos, ¿han sido tirados a la calle o tienen toda una vida por delante?

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