Cataluña: no tolerar un paso más en el 'procés'

El mandato del Senado obliga a levantar el 155, pero el Gobierno deberá estar muy vigilante para que no se vuelva a quebrantar la ley

En contra de lo que pueda parecer en un principio, la investidura ayer de Quim Torra como nuevo presidente de la Generalitat no va a desbloquear la situación política en Cataluña, sino más bien todo lo contrario. El nuevo president es un oscuro intelectual de ideas ridículamente radicales y antiespañolas que no tiene ningún empalago en ser la marioneta de Carles Puigdemont, a quien visitará el miércoles en Berlín en un gesto inaudito de vasallaje. El nuevo president, durante los discursos y debates de este fin de semana ha dejado claro que, lejos de llegar al cargo con el afán de coser la fractura social generada por el procés y de volver a la legalidad y a la racionalidad política, su intención es seguir avanzando en un proceso constituyente y en la construcción de una república catalana independiente de España. Es decir, tras la aplicación del artículo 155, la celebración de unas elecciones autonómicas y cinco meses de dura batalla política y judicial, volvemos a la casilla de salida con un president que se permite desafiar el ordenamiento constitucional sin ningún tipo de reparo.

La llegada de Torra y su retórica independentista lleva a la pregunta de si habrá que volver, en breve, a aplicar el artículo 155 de la Constitución y si esto es deseable. El mandato del Senado recogía que dicho artículo se dejaría de aplicar en Cataluña en el momento en que volviese a contar con un Gobierno legítimamente constituido, como es este (aunque son ellos los que, paradójicamente, lo niegan). Por tanto, el 155 debe ser levantado, pero tanto el Gobierno como los partidos constitucionalistas, y por supuesto la Justicia, deben de estar muy pendientes de que la ley no vuelva a ser quebrantada. No se debe permitir que se de un paso más en el procés y, si es necesario, habrá que volver a valorar la aplicación del 155.

En este sentido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene razón cuando dice que no puede juzgar discursos, sino hechos. El tiempo dirá si, como afirman muchos analistas, Torra realizará una política autonomista recubierta de un discurso independentista. En las reuniones que Rajoy mantendrá hoy y mañana con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se debe dejar abierta la puerta a una nueva y urgente aplicación del 155 si las circunstancias así lo demandasen. Los ciudadanos no comprenderían que el Estado volviese a ver impasible cómo se pisotean los derechos de todos sin que se de una respuesta adecuada.

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