Instrucciones 'soufflé'

Algunas instrucciones judiciales sólo han servido para alimentar la imagen de una Andalucía corrupta y parasitaria

La absolución esta semana de los diez procesados acusados de la venta ilegal de suelos de Mercasevilla se suma a otros ejemplos, tanto en Andalucía como en otros lugares de España, de macrocausas con gran impacto mediático que, a la hora de la verdad -es decir, de la sentencia-, se desinflan y quedan en nada. Eso sí, previamente, los inocentes han pasado por un calvario judicial que ha dañado gravemente su imagen pública, su honor y, en muchas casos, sus carreras profesionales. Una vez más, queda en entredicho una forma de instrucción que suele estar más pendiente de las cámaras de televisión y del calendario político, de la espectacularidad y el estrellato, que de impartir justicia de una manera serena y eficaz. Por desgracia, este hábito judicial, ha tenido en España numerosas caras, como la del juez Garzón, famoso por unas instrucciones tan aparatosas como ineficaces, y ahora, según parece, es la juez Mercedes Alaya la que ha recibido el testigo. Sólo hay que acudir a las hemerotecas para comprobar cómo se va desinflando el soufflé de las instrucciones de la juez sevillana. A la absolución de los diez procesados por el caso Mercasevilla se une la absolución también del 50% (dos de cuatro) de los acusados de pedir una comisión a unos empresarios a cambio de conceder la explotación de una escuela de hostelería también en el mercado central de Sevilla. Asimismo, hay que recordar el archivo de la llamada pieza política de los cursos de formación, en la que estaban siendo investigados 24 ex altos cargos socialistas. Con el caso de los ERE en el horizonte, empiezan a cundir las dudas sobre la calidad de su instrucción.

Todas estas causuas tuvieron un importante impacto mediático en toda España y sirvió, una vez más, para que muchos alimentasen sus prejuicios de una Andalucía corrupta y parasitaria del dinero público. El daño a las personas y a las instituciones ya está hecho, pero nadie responderá por ello.

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