Restricciones por la sequía

Las actuaciones que hay en marcha son insuficientes y sólo la llegada de las lluvias podrá cambiar esta excepcionalidad

El comité de la sequía de la Junta ha aprobado esta semana las primeras limitaciones al consumo urbano que reducirán un 5% el abastecimiento en el Campo de Gibraltar y un 20% en la Axarquía. Prohíbe baldeos con agua potable y llenado de piscinas. El embalse de la Viñuela, que nutre a la comarca malagueña, se halla al 10% de su capacidad. Los riegos agrícolas resultan inviables. Como en Benímar, en Almería. Las nuevas restricciones se extienden al campo en el Guadalhorce de Málaga y el almeriense valle de Almanzora. Las bajas reservas en el sistema del Guadalquivir obligan al comité a cerrar el trasvase de Negratín, que en condiciones normales beneficia a 9.000 hectáreas de regadíos de la cuenca almeriense y de la comarca granadina de Baza. En Andalucía, la producción olivarera caerá un 49% en 2023. Las actuaciones en marcha para aumentar el volumen de depuración y reutilización del agua resultan insuficientes. Cualquier proyecto de desaladora precisará unos cuatro años. Y nuevos trasvases sirven de poco si no hay caudal que aportar. Un problema crónico y una Administración pasiva durante décadas. Esta semana, el presidente de la Diputación de Málaga reprochó que algunos alcaldes gasten el presupuesto en fiestas y no en reparar tuberías con fugas del 40%. Los agricultores cifran las pérdidas en conducciones en un 25%. Tampoco hay control sobre los cultivos y en algunas provincias se multiplican los de aguacate en tierras de secano. La Junta censura al Gobierno su bajo nivel de inversiones . El Ejecutivo responde que las cuencas más asfixiadas no le competen. Y los expertos avisan de que estas prolongadas sequías llegan para quedarse. Andalucía necesita menos confrontación y mucha más colaboración.

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