Granada lleva años sin tener un nuevo proyecto ilusionante de futuro. El Metro es un éxito indiscutible, pero se inauguró en septiembre de 2017 cuando tenía que llevar años circulando por el Área Metropolitana; el Centro Lorca tenía que haberse abierto en 2010, aunque la cinta inaugural se cortó un lustro después y los granadinos todavía no han podido disfrutar del legado; el AVE llegará en junio de 2019 según avanzó el ministro de Fomento, pero es una infraestructura en la que el expresidente Zapatero anunció que llegaría a la estación de Andaluces en 2007. Son proyectos que se tramaron a comienzos de siglo y, desde entonces, los pocos que se presentaron han acabado en el cajón del olvido, caso de la estación de tren de Moneo, el Teatro de la Ópera de Kengo Kuma o el mismísimo Atrio de la Alhambra. Por eso es tan importante que el acelerador de partículas esté dando pasos firmes y que, según las previsiones, el próximo verano puedan comenzar a edificarse los primeros edificios del complejo. Las instituciones granadinas mantuvieron esta semana una reunión en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para el impulso de la candidatura de Granada para la construcción del acelerador de partículas del proyecto IFMIF-Dones, que contó con la dirección del ministro del ramo, el astronauta Pedro Duque. Las principales conclusiones fueron la constitución de dos oficinas, una técnica y otra de gestión, que acaben conformando el futuro consorcio del acelerador; y la puesta en marcha de los trámites para acceder a diferentes tipos de financiación que permitan el acceso a fondos europeos que desemboquen, si no hay contratiempos, en la construcción de los que serían los primeros edificios que formarían parte del complejo del IFMIF-Dones en Escúzar. Será el momento en el que el humo deje paso a proyectos sólidos.