Los días más duros de la pandemia

En unas horas comenzará la semana más dura del Covid-19. Es el momento de extremar la precaución y no relajarse

Como ha dicho Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, esta segunda semana de confinamiento que iniciaremos en breve va a ser, posiblemente, una de las más duras de esta pandemia de coronavirus que, según los datos del viernes a mediodía, ya sumaba en España un total de 19.980 casos diagnosticados, 2.833 nuevos -un 16,5% más que en las 24 horas anteriores- y 1.002 fallecidos. Los peores días llegan cuando los ciudadanos ya acumulan siete jornadas de encierro, muchas veces en la más estricta soledad, en unos hogares que, algunas veces, son excesivamente pequeños, no tienen siquiera balcón o dan a patios interiores mal iluminados y ventilados. Sin embargo, hay que seguir incidiendo, quizás ahora más que nunca, en la estricta necesidad de mantener la responsabilidad ciudadana y la disciplina social que tantas veces se ha pedido desde el Gobierno. Y no porque el hecho de romper el confinamiento sin una causa debidamente acreditada puede conllevar importantes sanciones económicas, sino por el convencimiento de que a este virus sólo se le puede derrotar con el más absoluto compromiso de todos y cada uno de los ciudadanos. Sólo si hacemos todo lo posible por no infectarnos y no infectar a otros podremos parar la pandemia. Lo contrario puede tener unos efectos devastadores. Las recomendaciones para combatir al coronavirus están en todas las web de los medios solventes y serios. En estos días, el agotamiento psicológico y el abotagamiento físico empezarán a dar sus primeras señales, pero todos debemos ser muy conscientes de lo que se avecina. Cada uno debe buscar las mejores estrategias para pasar en las mejores condiciones el confinamiento, pero en ningún momento puede poner en peligro la salud de los demás. Respecto a la gestión de la crisis por parte del Gobierno y la oposición, tiempo habrá después de evaluarla. Sin embargo, habría que hacer una mención especial al bochornoso papel que está desempeñando el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que desde el principio de la emergencia sanitaria no ha cejado en su intento de usarlas favor de los postulados independentistas. En las últimas horas, en vez de dedicar todos sus esfuerzos a la lucha contra el Covid-19 en su comunidad autónoma, ha desaprovechado tiempo, energías y recursos en impulsar una campaña en medios internacionales para desprestigiar a la nación española y a su Gobierno. La talla de este personaje queda, una vez más, retratada.

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