La pervivencia de la leyenda negra

El discurso de Castillo es una prueba de la pervivencia de la leyenda negra, algo muy perjudicial para la imagen de España

Pese a la buena labor realizada por historiadores españoles y extranjeros en los últimos tiempos, la leyenda negra continúa siendo un nefasto lugar común con el que se sigue juzgando la presencia española en el continente americano desde finales del siglo XV hasta el XIX, con el consiguiente perjuicio para la imagen de nuestro país en el mundo. Considerada como una de las primeras campañas masivas de intoxicación de la opinión pública de la historia, la leyenda negra pinta de forma maniquea a España y los españoles como personas crueles, fanáticas y avariciosas que esquilmaron todo un continente sin otro objetivo que el enriquecimiento. A muchos parece no importarles que las evidencias históricas apunten a que la conquista y colonización del imperio hispano fue un proceso largo en el tiempo y complejo en su desarrollo que tuvo muchas sombras, pero también las mismas luces. Ahí está como resultado la gran cultura mestiza que surgió del encuentro de lo español con lo indígena. Prueba de esta pervivencia de la leyenda negra (muchas veces avivada desde la propia España) fue el discurso de investidura del nuevo presidente del Perú, Pedro Castillo, en el que volvió a justificar los problemas actuales de su país en el pasado colonial, confrontando un pasado idílico prehispánico a una especie de apocalipsis conquistador. Son argumentos que no resistirían un análisis mínimamente riguroso, pero se pronunciaron ante el Rey de España, que, no olvidemos, nos representaba a todos los ciudadanos en dicha ceremonia. El presidente del Perú es muy libre de decir lo que quiera, pero el Gobierno de España debería pensar mejor qué tipo de representación manda a actos en los que se sabe que se va a tergiversar la historia para ofender deliberadamente al conjunto de los españoles. Perú siempre será una nación hermana y querida, pero eso no significa tener que asistir en silencio a cómo se manipula nuestro pasado en beneficio de algunos políticos.

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