La selección, las vacunas y el fariseísmo

Tener sin vacunar al colectivo de deportistas que va a representar a España en una competición internacional de primer nivel era un disparate

La vacunación de los jugadores de la selección nacional de fútbol, que si no hay cambios de última hora será llevada a cabo hoy por enfermeros del Ejército, debería haberse hecho hace ya tiempo y no dejar que la aparición de un brote de coronavirus, como ha estado a punto de suceder, echara por tierra la participación de España en la Eurocopa. En este tema, como en tantos otros relacionados con las prioridades de vacunación, se ha actuado con un tremendo fariseísmo. El miedo a lo que se pudiera decir en redes sociales o tertulias de medios de comunicación ha hecho que la solución se adoptara tarde y mal: los futbolistas competirán sin estar inmunizados al haber recibido sólo la primera dosis. Además, se ha producido una evidente descoordinación entre el Ministerio de Sanidad y el de Cultura, del que depende el deporte. Dos constantes, por cierto, -el miedo al qué dirán y cada departamento haciendo la guerra por su cuenta- que definen la actuación del Ejecutivo de Pedro Sánchez. A nadie se le escapa que tener a estas alturas sin vacunar al colectivo de deportistas que va a representar a España en una competición de primer nivel, que va a tener seguimiento multitudinario en el país, era un disparate. Con los olímpicos que acudirán dentro de poco más de un mes a Tokio se hizo en su momento sin que despertara ningún recelo. Representar a España en una competición internacional no es una cuestión menor. Se pone en juego el prestigio del país e incluso, en muchos casos, el estado de ánimo de sus ciudadanos. No hay que ser un analista demasiado fino para deducir que lo que se gana es mucho más trascendente que las protestas que se pudieran levantar por el hecho de que un grupo de personas, que no llega al medio centenar, se salte con causa justificada su turno de edad para ponerse la vacuna. Aquí se ha pecado una vez más de improvisación y de falta de planificación. Que aparecieran algunos casos de coronavirus en la selección era un riesgo perfectamente medible y que se debería haber prevenido en su momento. Ahora se están pagando las consecuencias.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios