Provincia

El Ayuntamiento ve la situación tan difícil que no descarta que haya despidos

  • El PP dice que la deuda heredada es de casi 5,5 millones de euros y que apenas hay posibilidad de aumentar los ingresos

El alcalde de Gójar, Francisco Javier Maldonado, dijo ayer que, dada la delicadísima situación económica del Ayuntamiento, no puede garantizar que en los próximos meses no se produzcan despidos.

En rueda de prensa, Maldonado, que sustituyó en la Alcaldía al socialista Pedro Antonio Clavero, dijo que una de sus primeras medidas en el gobierno local ha sido ordenar un análisis pormenorizado por áreas para ver de dónde ser puede recortar. Habló de un "exceso de personal" pero no expresamente de despidos, algo que sólo planteó como posibilidad.

Respecto a la "desastrosa" economía heredada de los socialistas, destacó que la deuda viva del Ayuntamiento se sitúa en los 5.402.000 euros, una cantidad especialmente significativa si se tiene en cuenta que su presupuesto anual es de 3,5 millones.

Las principales deudas son éstas: 101.000 euros a Hacienda, 300.000 a la Seguridad Social, 1.920.000 a proveedores, aproximadamente un millón a los bancos y 240.000 a Cespa, la empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras.

Además de esto, hay tres sentencias condenatorias por obras realizadas por el Ayuntamiento pero no abonadas a las empresas que las ejecutaron, que suman un total de 1,8 millones.

Maldonado advirtió de que la situación podría complicarse todavía más si prosperan los recursos que han interpuesto algunos vecinos por vía judicial contra decisiones del Consistorio que entienden que les perjudican. Si esas reclamaciones prosperan, avisó, el coste para las arcas públicas podría llegar a los nueve millones de euros.

El también diputado provincial dijo también que Gójar es uno de los pocos municipios donde ha habido dos arqueos de caja con resultados muy dispares: el primero lo hicieron los socialistas el 10 de junio, antes de la toma de posesión de sus sucesores, y el resultado es que en la caja había 60.000 euros.

El PP no firmó ese acta y, una vez en el gobierno local, hizo otro arqueo que dio como resultado que sólo había 6.000 euros. Maldonado entiende que lo que sucedió es que sus predecesores aprovecharon "sus últimos minutos" en el poder para pagar algunas facturas pendientes y también para abonar las asistencias a plenos y comisiones de los concejales.

Además de todo lo anterior, se lamentó de que se ha cortado la posibilidad de generar más ingresos porque ya se ha gastado el dinero adelantado por la Diputación para pagar el IBI.

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