Narcotráfico

Operación Castrum en Granada: esclavos, armas de fuego y 30 detenidos por tráfico internacional de marihuana

Vídeo de la Operación Castrum contra la marihuana en Granada

Castrum es una palabra que procede del latín cuya traducción principal es castillo. Sin embargo, esta palabra también se puede traducir por campamento, nombre que precisamente era el significado con el que la Guardia Civil decidió bautizar a la última gran operación antidroga desarrollada en Granada, de cuya fase de explotación informó este diario hace unos días, en la que se ha desarticulado una gran organización de origen albano-español dedicada al narcotráfico de marihuana desde Granada a Europa, que incluso tenía personas esclavizadas, y en la que se ha detenido a 30 personas, se han decomisado más de 13.000 plantas de marihuana, armas de fuego, vehículos de lujo y bienes inmuebles valorados en casi un millón y medio de euros. Pero, ¿por qué Castrum? Precisamente porque toda la investigación partió de la sospecha de que en un camping -equivalente a campamento- se estaba cultivando marihuana a gran escala.

El inicio: un camping

A principios del año 2020, el grupo OCON Sur de la Guardia Civil comenzó a investigar un camping ubicado en la localidad malagueña de Cañete la Real, donde se sospechaba que se estaba cultivando marihuana a gran escala. Las indagaciones permitieron descubrir que, efectivamente, en la misma había un sistema intensivo de producción tras el que se encontraba una organización albanesa-española.

Ante ello, los agentes solicitaron al Juzgado de Instrucción 2 de Antequera ocho entradas y registros en el camping, en el cual se logró intervenir numerosas plantas de un cultivo cuyo destino era hacia otros países de Europa, sobre todo Holanda. Sin embargo, los agentes lograron ir más allá y descubrieron que esta organización tenía conexión con Granada, concretamente, con Moraleda de Zafayona.

Una persona esclavizada y una producción 'de lujo'

Cuando los agentes se desplazaron hasta Moraleda de Zafayona descubrieron que la organización tenía instalada en esta localidad un punto de producción intensiva de marihuana, que estaba habilitado con abundante material caro y sofisticado. Es decir, lo que podría denominarse una plantación de lujo debido a las herramientas y maquinarías con las que contaba, en la que se detuvo a dos personas. Pero eso no era todo. Para vigilar y salvaguardar que todo estuviese bajo control en ese lugar, la organización tenía en él a una persona en situación prácticamente de esclavitud, ya que no le permitían salir de la misma hasta el punto de que incluso le llevaban la comida para que no tuviese que abandonarlo.

Dos 'growshop', una en Chauchina

Siguiendo las pesquisas policiales, los agentes llegaron hasta una growshop -empresas legales de venta de productos para el cultivo de marihuana- ubicada en el polígono industrial Las Rosas de Chauchina. Esta empresa presuntamente estaba dedicada a suministrar a los cultivadores todo el material necesario, pero además estaba implicada en la producción y venta de la droga, algo que se extendía a otros municipios de la provincia de Granada.

Macrodespliegue policial en Granada

Ante ello, el pasado 19 de noviembre la OCON Sur, con la colaboración de la Comandancia de Granada y los grupos CRAIN, GAR y GRS de la Guardia Civil, realizó un espectacular operativo en varios puntos del Área Metropolitana de Granada. Con 300 agentes desplegados, la Guardia Civil actuó por sorpresa en una docena de municipios de la provincia -Chauchina, Pinos Puente, Cijuela, Láchar, Belicena, Fuente Vaqueros, Valderrubio, Alfacar, Peligros, Iznalloz y Escóznar-, en los que se realizaron 28 registros, se detuvo a 20 personas y se incautó de una gran cantidad de marihuana (6.000 plantas), además de vehículos de lujo, armas y dinero en metálico.

Alfacar, como laboratorio para germinar semillas

Durante los registros, en los que se descubrió que uno de los socios de la growshop de Chauchina tenía 320 plantas de maría en una vivienda unifamiliar en la que convivía con su pareja en dicho municipio, los agentes comprobaron que la organización disponía de una vivienda en Alfacar que hacía las veces de laboratorio.

En ella, la organización disponía de las semillas de cannabis de las diferentes variedades -con diferente efectos psicoactivos y psicotrópicos- que una vez aplicadas a las mismas procesos naturales de germinación, crecían hasta conseguir un tamaño optimo para su venta, acelerando así las producciones de cannabis indoor, hasta el punto de llegar a producir 4.000 plantas a la semana.

Según la Guardia Civil, estas germinaciones en tanto a cantidad y variedad se hacían por encargo y estaban fechadas, numeradas y clasificadas por clientes. 

Modus operandi: jerarquía, empresas, trabajadores sin recursos y cultivos propios y compartidos

La organización estaba perfectamente jerarquizada y para ello tenía dos empresas growshop que contaban con un papel fundamental, pues a través de ellas subcontrataba mediante leasing -un contrato mediante el cual, el arrendador traspasa el derecho a usar un bien a cambio del pago- la infraestructura logística instalada a otros integrantes de los escalones más bajos.

Así, la organización se encargaba de germinar semillas de la planta de cannabis para su venta, junto a los equipos; instalar los medios mediante leasing y cuando germinaba la producción se llevaban parte de los beneficios; además de contar con cultivos indoor propios, plantaciones en las que dejaban a cargo a personas sin recursos, aprovechando dicha situación. Una vez tenían la producción, exportaban la marihuana a otros países de Europa, sobre todo a Holanda.

Los resultados

Durante los registros practicados se intervinieron 1,5 kilos de marihuana envasada, 9.494 plantas -junto con las del camping de Cañete la Real, ascienden a más de 13.000-, alrededor de 19.210 semillas germinadas y sin germinar, 64.000 euros, siete vehículos, siete armas de fuego -una de ellas a uno de los propietarios de la growshop de Chauchina-, abundante material para las plantaciones indoor, joyas, documentación, así como la detención de 28 personas, de las que al menos cinco -los líderes de la organización- entraron directamente en prisión tras su arresto. Además de haberse bloqueado e intervenido bienes muebles e inmuebles valorados en 1.463.000 euros y cuentas bancarias.

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