Los planes de unas vacaciones perfectamente planeadas pueden estropearse en un momento por culpa del overbooking o porque a uno le pierdan las maletas. Por eso estos dos motivos, junto con las irregularidades en las rebajas, centran las quejas que atiende durante el verano la Junta Provincial Arbitral de Consumo, un servicio dependiente de la Diputación de Granada que ha tramitado durante el primer semestre de 2008 un total de 145 solicitudes de arbitraje.

Y como siempre es mejor prevenir que curar, la Junta Provincial Arbitral de Consumo ha intensificado recientemente su labor informativa con el fin de que los consumidores conozcan bien sus derechos. Una campaña especial de verano recorre los lugares más turísticos de la provincia, como varios municipios de la Alpujarra, las playas de Torrenueva, Motril, Almuñécar, Calahonda, Salobreña y Castell de Ferro, dado que los ciudadanos desarrollan un mayor gasto en la época estival.

Junto a una carpa naranja, la diputada de Contratación, Yolanda Ibáñez, se encargó el viernes de explicar a los consumidores y comerciantes de Torrenueva las características y ventajas del Sistema Arbitral, por si en algún momento deben recurrir a él.

Ibáñez hizo un llamamiento a todos los ciudadanos para que a la hora de realizar sus compras, busquen el logotipo distintivo de calidad de la Junta Arbitral, "el único elemento con el que la empresa garantiza resolver cualquier tipo de reclamaciones a través de un procedimiento legal, rápido, eficaz y gratuito", apuntó.

Por ejemplo, por razones de overbooking los usuarios tienen derecho a percibir compensaciones comprendidas entre los 250 y 600 euros, dependiendo del kilometraje del viaje que realice y, además, podrán elegir entre el derecho de reembolso o un medio de transporte alternativo.

Cuando un vuelo previsto es cancelado por la compañía, según la normativa reguladora de la materia, se contempla para el usuario un derecho a indemnización, según explicó la diputada.

Asimismo, Ibáñez recordó que durante el período de rebajas se debe exigir la misma calidad que en cualquier otro momento del año, teniendo en cuenta que en la etiqueta tiene que figurar también el precio anterior al descuento.