La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo ratificó el Plan de Gestión Pesquera en el Mediterráneo Occidental para las poblaciones de peces demersales, tras el acuerdo alcanzado entre la Eurocámara y el Consejo.
Estas directrices están diseñadas para que las especies demersales (que viven en el fondo marino o sobre el mismo) del Mediterráneo Occidental y las actividades pesqueras sean medioambientalmente sostenibles a largo plazo, y además se gestionen de manera que se consigan beneficios económicos, sociales y de empleo.
Además, facilitará la aplicación de la obligación de desembarque y hará posible un enfoque regionalizado, pues los Estados miembros afectados (Francia, Italia y España) participarán y decidirán gran parte del diseño de las medidas de gestión.
En este Plan no habrá imposición de totales admisibles de capturas (TACs) y cuotas en el Mediterráneo, como inicialmente proponía la Comisión Europea. Además, para encontrar un equilibrio entre los objetivos medioambientales y socioeconómicos, el Plan permite al sector un periodo transitorio de 5 años durante el cual deberán adaptar su capacidad para alcanzar el equilibrio de los recursos pesqueros. También se contempla con otras medidas como la prohibición del arrastre a 100 metros de la costa durante tres meses al año.
Este acuerdo supone un alivio para la flota pesquera de Motril, que amenazó con un amarre de la misma cuando se conocieron los planes iniciales de Europa, que pretendían reducir la actividad de arrastre a un máximo de 180 faenas al año. Una de las capturas que más se hubiera visto afectada era la de la quisquilla motrileña.
Clara Aguilera, eurodiputada socialista y ponente de la propuesta, mostró su satisfacción por el apoyo recibido. “Por primera vez, se ha aprobado un plan plurianual a escala europea en el Mediterráneo con numerosas medidas, algunas de ellas muy novedosas, que tiene como objetivo mejorar la situación de las poblaciones pesqueras y del sector”, declaró.
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