Trabajadores de la zona básica de Santa Fe y el Distrito Metropolitano se concentraron ayer en protesta por la agresión verbal sufrida el jueves por una médico, que fue increpada por una paciente y su marido después de que se negara a atenderla antes de tiempo.
Los trabajadores del centro mantienen que no están dispuestos a tolerar "los usos intimidatorios, ya sean verbales o físicos", y recuerdan que el paciente tiene a su disposición numerosas vías para mostrar sus discrepancias. Defienden la atención "personalizada y de calidad" que, dicen, prestan a diario.
Hasta el centro sanitario se trasladó también el director del Distrito Metropolitano, Aquilino Alonso, que se reunió con la profesional agredida y el resto de personal. Por su parte, el sindicato de enfermería SATSE ha demandado medidas y ha dicho que las recogidas en el plan "serán inútiles sin un compromiso rotundo de la Administración".
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