Provincia

Un accidentado pleno otorga al PP la Presidencia de la Mancomunidad

Por un defecto de forma que obligó a repetir la votación, el alcalde motrileño Carlos Rojas resultó elegido en segunda instancia como presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa. En una agitada y polémica asamblea de la Junta General, sólo un voto definió una elección que en su primer intento dio ganador al candidato del PSOE, Gonzalo Fernández Pulido. Este grupo anunció que impugnará la sesión, al considerar como válidos los primeros resultados.

Ante las cambiantes y sorprendentes situaciones que se sucedieron, la incredulidad ganó a todos los presentes en el acto celebrado en Motril para elegir, con cuatro meses de retraso, a los nuevos gobernantes del ente supramunicipal. Las discusiones fueron la tónica desde su mismo inicio, cuando el alcalde de Polopos, Pedro García, pidió que se decretara nula por defectos en su convocatoria. Si bien el secretario la declaró legal y recomendó seguir adelante, el presidente en funciones -elegido por edad- José Sánchez Rivas, anunció de forma unilateral la suspensión del pleno, lo que desató la reacción del PP y los grupos que lo secundaban. La situación pasó a segundo plano cuando se incorporó un vocal socialista que aún no había llegado, previa discusión sobre si se le debía permitir o no jurar su cargo.

Con el malestar de los partidarios de Rojas, que se quejaron de una maniobra para retrasar la elección hasta que llegara el vocal ausente -Juan Carlos Benavides habló de "pucherazo"-, se procedió a la primera votación, que por sólo un voto dio ganador al portavoz del PSOE de Salobreña, Gonzalo Fernández. Para muchos estaba claro, y sobre todo para el alcalde de Almuñécar que lo dijo a viva voz, que el Partido Andalucista -que 24 horas antes anunciaba el pacto con el PP- se había decantado por apoyar a los socialistas. Sin embargo, una de las papeletas favorables a Pulido levantó dudas sobre su legitimidad, lo que motivó su declaración como nula y propició una segunda votación.

Aunque esta última volvió a ser secreta, los partidarios de Rojas hicieron público su voto enseñando sus papeletas. Antonio Escámez fue el único de los andalucistas que se sumó a la iniciativa, y esta vez el escrutinio dio como ganador, por un voto, al alcalde de Motril. Fue entonces cuando los partidarios del candidato socialista abandonaron la sala.

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