Sucesos

Un albañil se enfrenta a 18 años de cárcel por matar a otro de dos puñaladas

  • La defensa reconoce que la pelea se produjo, pero niega que Mario G. S. asesinara a la víctima, mientras que la acusación particular solitica 25 años de cárcel y una indemnización de 360.000 euros.

Un jurado popular enjuicia desde hoy en la Audiencia de Granada a un hombre, de 41 años y profesión albañil, acusado de asesinar a otro en la madrugada del 2 de diciembre de 2006, tras pelearse con él en un club de alterne de Bobadilla (Granada).

Tanto la Fiscalía como la acusación particular sostienen que el procesado, Mario G.S., natural de Fuente Vaqueros, acudió después de la riña mantenida en el club con su propio vehículo al domicilio de José M.G.F., que entonces tenía 36 años y estaba casado y con dos hijos. Allí sorprendió a éste último en el garaje y le asestó varias puñaladas que le provocaron la muerte.

El Ministerio Público considera que los hechos integran un delito de asesinato, por el que pide una pena de 18 años de cárcel y 180.000 euros en concepto de responsabilidad civil para los familiares.

La acusación particular, que ejerce la viuda de la víctima, solicita --también por asesinato-- una condena de 25 años de cárcel para Mario G.S. e indemnización de 360.000 euros. La defensa mantiene por su parte que la pelea entre ambos se produjo, pero que Mario G.S. no fue quien asesinó a José M.G.F., que también era entonces albañil.

En la primera sesión del juicio, que está señalado hasta el próximo 5 de febrero, el procesado aseguró ante el tribunal que, estando en el club de alterne con unos amigos, recibió por parte de José M.G.F. un puñetazo, que le propinó "sin mediar palabra". "Este hombre no necesitaba motivo para pegarte, se había metido ya en muchas peleas, porque era muy agresivo", aseguró.

Tras ese primer enfrentamiento, por el que Mario G.S. comenzó a sangrar por la nariz, se produjo un segundo, a las puertas del club, donde se insultaron e intentaron volver a pegarse, aunque fueron separados por los porteros del local. En un momento dado, el acusado sacó una llave que tenía en el interior de su coche, con la intención de arrojársela a José M., según declaró el procesado, que negó que el objeto que entonces empuñó fuese una navaja, que aseguró no haber tenido "nunca en la vida".

El inculpado, que incurrió en varias contradicciones respeto a las respuestas que ofreció ante el juzgado de instrucción cuando fue detenido, señaló que, cuando dejó el establecimiento, después de lavarse los restos de sangre por la pelea, eran las 5,50 horas.

A esa hora cogió su coche y fue dejando a sus amigos en sus respectivos domicilios o donde éstos habían aparcado. Después aseguró haberse marchado a su casa y no a la del fallecido, ya que, ni siquiera, según dijo, sabía dónde vivía. Negó así haber asesinado a José M.G.F., con quien, según mantuvo, no había tenido ningún problema hasta el día de los hechos.

Las sesiones del juicio continuarán mañana con el testimonio de la denunciante, la viuda de José M.G.F., y más testigos que presenciaron la riña en el club.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios