Provincia

El cartel que, más que unir, divide

  • Un particular denuncia al alcalde por no incluir a las víctimas masculinas en unas pancartas en edificios públicos contra la violencia de género · El demandante dice que se discrimina y humilla a esos hombres

Parece increíble, pero un cartel que en teoría debía servir para fomentar la unidad, ha generado un enfrentamiento que, si nadie lo remedia, va a acabar en un juzgado. La historia ocurre en La Zubia y es digna de ser contada. Aunque con mesura, no vaya a ser que alguien crea que se quiere frivolizar con un asunto tan delicado. Que no es eso, en absoluto.

Desde hace cuatro años, en la fachada del Ayuntamiento de La Zubia y en otros edificios públicos, como la Casa de la Cultura o algunos colegios, cuelgan carteles como los que ilustran este reportaje -un poco desfasados, puestos a precisar, porque se refiere a datos de 2006- en los que se informa del número de mujeres y niños que han sido víctimas de la llamada violencia de género. O violencia machista, como sostienen algunos. O simplemente terrorismo doméstico, como prefieren denominarlo otros.

El mensaje parece bien obvio: exponer la situación real, sin ambages, y confiar en que la ciudadanía tome nota y se rebele contra tamaña barbaridad. Así lo pensó el Consejo Local de la Mujer, de quien partió la idea, y así lo aceptó el Ayuntamiento, cuyo alcalde, Jorge Rodríguez Rincón, no podía imaginar lo que ahora ha sucedido.

Leandro García ha interpuesto una demanda contra el alcalde, por considerar que ese cartel que cuelga de la Casa Consistorial "oculta y silencia las trágicas muertes" de 14 varones a manos de sus parejas o ex parejas durante ese mismo año. La denuncia está en el Juzgado de Paz de La Zubia, pendiente de que se resuelva un acto de conciliación entre las partes. Si no es así, la controversia se dirimirá en un juicio.

En declaraciones a Efe, Leandro García sostiene, entre otros argumentos, que la exclusión de las víctimas masculinas -entre ellas, dos menores- es "arbitraria", atenta "contra la dignidad de los españoles", vulnera la Constitución y es contraria a los principios de justicia, igualdad, equidad y solidaridad". El cartel de marras, añade, constituye "una violación de los derechos públicos subjetivos que ofende la memoria de la ciudadanía".

"Se comete un daño irreparable contra las familias de los varones fallecidos, al ser discriminadas y tratadas de forma inhumana y degradante. Se deshonra la memoria de catorce hombres. Es inhumano e ilegal que se ignore a una parte de las víctimas de la violencia doméstica y hace que los hombres se sientan heridos, ofendidos y humillados", incide el denunciante, para terminar acusando directamente al alcalde de "despreciar a la mitad de sus vecinos" y de pretender, con ese cartel, "captar el voto femenino".

Jorge Rodríguez Rincón dijo ayer que desconocía la existencia de esa denuncia y se mostró muy sorprendido por la repercusión de un hecho con una base tan inocua.

Recordó, en ese sentido, que el cartel se puso en varios edificios oficiales por iniciativa del Consejo Local de la Mujer como una campaña permanente contra la violencia de género. "Ni más, ni menos", subrayó el alcalde, que agregó que, por supuesto, estaba "absolutamente en contra de todo tipo de violencia, de malos tratos o de discriminaciones, ya sea contra las mujeres, los hombres, los animales o el medio ambiente".

"En este Ayuntamiento nos sentimos orgullosos de haber tomado partido de forma tan rotunda en contra de esta lactra y, naturalmente, también condenamos todos los casos que puedan producirse de violencia de una mujer hacia un hombre, pero es que ése no era el sentido de esos carteles, que lo que pretendían era únicamente denunciar la violencia de género. Tiene un contexto muy determinado y desde luego no quiere ser excluyente hacia ningún otro colectivo", insistió.

El alcalde, del PSOE, entiende que aunque Leandro García está en su derecho de expresar su opinión y hasta de ir a los juzgados, si lo ve oportuno, en este caso quizás se esté excediendo. "Hace cuestión de un mes ya se quejó de lo mismo en un artículo de opinión en un periódico y yo contesté, mediante una carta al director, diciendo cuál era el sentido de los carteles, pero veo que ahora insiste", indicó.

Rodríguez Rincón, que de hecho ahora mismo ni siquiera está en La Zubia, concluyó diciendo que cuando regrese se interesará por esa demanda.

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