Aunque aún no han llegado las ayudas de otras administraciones públicas para paliar los daños provocados por el temporal de lluvias que afectó al municipio durante los meses de diciembre y enero, el Ayuntamiento de Motril ya ha comenzado a acometer los arreglos más urgentes y que mayores riesgos suponen para la ciudadanía.

Uno de ellos era la reparación de un muro en el anejo de La Garnatilla, que se había derrumbado y que generaba un serio riesgo para la circulación del tráfico rodado en una de las vías más transitadas de la localidad.

El concejal de Pueblos Anejos del Ayuntamiento de Motril, Francisco Villoslada, manifestó ayer que "había actuaciones que debían ser estudiadas y realizadas con más premura que otras, y casos en los que la gran envergadura de los arreglos las han hecho inviables para los medios con los que cuenta el Ayuntamiento".

Sin embargo, una de las primeras actuaciones que el Consistorio decidió acometer fue el arreglo del muro en La Garnatilla, puesto que "la problemática era tal que se temía que llegara un momento en el que los ciudadanos no pudieran usar esta vía de acceso por las malas condiciones que presentaba tras las lluvias".

La actuación consistió en la retirada de las piedras que componían el antiguo muro y su sustitución por material de obra, así como la instalación de una barandilla, lo que ha cambiado por completo su fisonomía. Para la ejecución de las obras ha sido necesario el trabajo de un equipo conformado por varios operarios del Área de Pueblos Anejos, que realizaron la actuación a lo largo de una semana.

El concejal de Pueblos Anejos del Ayuntamiento de Motril señaló que todos los trabajadores de la Concejalía "siguen realizando las actuaciones necesarias para reparar todas las incidencias que ha habido en todos estos núcleos con motivo de las lluvias", que han sido muy dañinas.