Provincia

Un valle de agua dulce

  • En apenas un mes y después de tres años de espera, los vecinos de Lobres podrán disfrutar de la piscina más vanguardista que ha podido imaginar DJ Arquitectura

Una agradable y extensa piscina en medio de un valle cubierto de césped, con vistas al Mar Mediterráneo… en el centro del pueblo. Es la novedosa infraestructura con la que contará la localidad de Lobres este verano. El anejo de Salobreña ha realizado una apuesta decidida por la arquitectura contemporánea, en un proceso que ha tardado casi tres años y que culminará con su apertura el próximo mes para que los menos de mil habitantes de esta pequeña población puedan disfrutarla.

Quedan pequeños detalles para que la Costa se sorprenda con un espacio inesperado, dos piscinas -una de 200 metros cuadrados (la de nado) y otra de 90 (para uso recreativo)- de paredes inclinadas en tres de sus lados, estos últimos elevados para no arrojar sombra y utilizarse como asientos sumergidos. Y en las inmediaciones, un gimnasio.

Pero lo más sorprendente es el entorno que rodea ambas piscinas. Vestuarios y baños se ubican bajo las lomas de este especial valle. "La luz llega a su interior desde los lucernarios que asoman en las laderas como si de burbujas se tratase, como las pompas de jabón de los niños que asocian su imagen al agua y a una experiencia casi irreal, fantástica, que incide en la artificialidad del valle y lo asocian a la idea de espacio imaginado, casi virtual, que nos transporta a la edad de la fantasía", comenta Juana Sánchez, una de los responsables del proyecto.

Este 'paisaje' propio, protegido de miradas externas, basado en el concepto de jardín árabe (por su intimidad), pretende ser una muestra de que en un núcleo poblacional pequeño se pueden llevar a cabo iniciativas basadas en una arquitectura de calidad y convertirse en referente para los grandes, además de ser una reivindicación por lo periférico.

La idea inicial era dotar a Lobres de una piscina para los niños del pueblo. Al menos, esas eran las peticiones que les hacían llegar los vecinos al concejal del Ayuntamiento de Salobreña, Juan de Dios Márquez, y a la alcaldesa pedánea, Isabel Correa. Pese a que la brisa del mar hace adivinar su cercanía, lo que demandaban los lobreños era darse un baño sin tener que desplazarse con un vehículo.

El 28 de junio de 2006 el Consistorio comunicó la adjudicación del proyecto técnico a la empresa DJ Arquitectura, afincada en Motril desde 2001, que ha conseguido premios en distintos concursos internacionales. Juana Sánchez y Diego Jiménez, que forman el equipo del estudio de arquitectura y que están muy implicados en la difusión de arte contemporáneo en la Costa, se pusieron manos a la obra y aceptaron el reto. Lo primero que tuvieron claro fue la ubicación: el solar de las antiguas casas de los maestros resultaba el espacio ideal por su localización en pleno centro del pueblo, de manera que todos -y en especial los niños- se pudieran acercar andando a darse un baño. También tuvieron que salvar dos obstáculos iniciales: construir una piscina pública en un solar urbano, cuando la memoria colectiva asociaba su uso lúdico a un espacio abierto, y encontrar la manera de conciliar el perfecto plano de agua en un solar con marcada topografía.

Además, contaron con la oposición de algunos vecinos que veían como 'un elemento extraño' levantado en el centro del pueblo. "Es la sensación que te causan unos zapatos nuevos", justifican los arquitectos, que están convencidos de que ya los vecinos no miran igual sus paredes, blancas, integradas en el resto del pueblo. Es más, están deseando darse un chapuzón, según les han reconocido.

Además, el recinto de la piscina está pensado como un espacio público que puede prolongar su uso durante todo el año. El clima de la Costa Tropical lo permite mediante una sencilla tecnología, puesto que se puede cubrir con un material ligero, como el plástico, que regula la temperatura interior creando una especie de efecto invernadero en el ambiente. En invierno se vaciará el agua de la piscina y se colmatará con arena, como si de una plaza acotada se tratase, "un jardín íntimo y seguro en el que niños y mayores pueden seguir disfrutando".

Con casi total seguridad, la piscina estará abierta para las fiestas en honor a San Antonio, las más esperadas del año, que este año resultarán aún más refrescantes.

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