INVESTIGACIONES ANDALUZAS

Cannabis para el movimiento

  • La Universidad de Sevilla desarrolla un estudio sobre la posible aplicación de fármacos derivados de sustancias cannabinoides para combatir los síntomas de la enfermedad de Parkinson. En noviembre habrá ya resultados

Cannabis para combatir el parkinson. El experimento está siendo ensayado por un grupo de investigadores andaluces que presentarán oficialmente los primeros datos de su estudio en un congreso nacional que se celebrará en Córdoba el próximo noviembre.

Hay una base científica. La enfermedad de Parkinson es un proceso neurológico caracterizado por la destrucción progresiva de neuronas en la sustancia negra del cerebro, encargada de controlar y coordinar los movimientos. En esta región existe una serie de células nerviosas cuyo cometido es producir dopamina, la sustancia neurotransmisora responsable de generar los impulsos nerviosos que producen los movimientos. Una de las causas de dicha enfermedad es el descenso de la producción de este neurotransmisor que cristaliza en alteraciones del sistema motor como son los temblores, la hipocinesia (falta de movimiento) o la dificultad al caminar.

Los tratamientos actuales concentran sus esfuerzos en aumentar la presencia de dopamina en el organismo. El cerebro humano posee un sistema cannabinoide endógeno que secreta sustancias con efectos relajantes e hipocinéticos. Hace algunos años se demostró que su actividad aumenta en pacientes aquejados por la enfermedad de Parkinson incrementando los síntomas propios de la misma.

El grupo de investigación Neurobiología de aminas biogenas de la Universidad de Sevilla, encabezado por el doctor Emilio Fernández Espejo, trabaja, en colaboración con la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides  (SEIC), en la aplicación de unos fármacos  derivados de sustancias del cannabis que actúan bloqueando el funcionamiento del sistema cannabinoide y contrarrestando los efectos asociados a las mismas.

Para la realización de este estudio, el equipo del doctor Fernández Espejo ha trabajado con roedores a los que se les ha inducido la enfermedad de Parkinson destruyéndoles la sustancia negra mediante la aplicación del tóxico 6-hidroxidopamina, lo que ha provocado que presenten síntomas similares a los de los humanos afectados por este trastorno. “El 80% de las ratas que presentaban un estado avanzado de la enfermedad (más de 20) y fueron tratadas con determinada dosis de este bloqueante cannabinoide manifestó signos positivos”, explica el doctor Fernández Espejo.

Esta investigación se encuentra en la fase preclínica, que concluirá a final de año. Su avance hacia un estadio clínico es inviable hoy en día porque en España está prohibida la aplicación de sustancias cannabinoides a humanos. En países como Canadá o Reino Unido sí recurren a este tipo de fármacos para tratar la rigidez derivada de la esclerosis múltiple, en el primer caso, y la obesidad, sobre la que actúa elevando el efecto saciante con un consecuente adelgazamiento, en el segundo. Fernández Espejo confía en que el Comité de Salud de la Unión Europea, que ya está estudiando la posible legalización de medicaciones a base de dichos derivados del cannabis, “tome como ejemplo los resultados positivos de las prácticas realizadas en el Reino Unido y Canadá y apruebe, en un futuro cercano, su uso en toda la UE ”.

El desarrollo de este estudio es posible  gracias a las subvenciones del Instituto de Salud  Carlos III, que aporta a la investigación 30.000 euros al año, y a las de Junta de Andalucía, que colabora con dotaciones de entre 6.000 y 10.000 euros anuales por ser un proyecto enmarcado en el Plan Andaluz de Investigación.

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