AUTOMÓVILES PARA COMPARTIR

Kilómetros a medias

  • Compartir el coche se ha convertido en una nueva modalidad de transpote. Páginas en internet ponen en contacto a personas que no quieren viajar solas

Cambiar la rueda de un coche siempre es difícil la primera vez. Los nervios y la falta de experiencia hacen pasar al conductor un mal rato. Pero si en lugar de ir solo, va con tres desconocidos, tiene un examen en cuarenta y cinco minutos y ninguno sabe cambiar el neumático, el problema se complica. Así empezó una mañana del pasado mes de febrero para Clara Suárez, una estudiante de Medicina que va y viene diariamente desde Conil a Cádiz con tres chicas más que también estudian en la capital gaditana. “No sabíamos qué hacer, pero, a pesar de nuestra inexperiencia, entre todas y con mi padre hablándome por el móvil conseguimos cambiar la rueda y llegar hasta Cádiz con las manos llenas de grasa”, comenta risueña Clara.

Compartir coche no es una modalidad nueva de transporte. Cada vez es más común ver en las facultades carteles donde se leen “comparto coche” junto al de “busco piso”. “Mis tres compañeras me dan dos euros por día. Así gano 30 euros a la semana y ellas se ahorran el trayecto en autobús y las esperas”, afirma Clara. Sin embargo, los métodos han cambiado y a los carteles se le suman portales en internet como viajamosjuntos.com o compartir.org. Se trata de servicios donde los internautas se registran y la compañía les pone en contacto con otras personas en su misma situación según la zona y los horarios que tengan.

Sin embargo, existe cierta desconfianza y algunos de estos nuevos servicios no funcionan tan bien como en un principio los interesados esperaban. “Hace medio año que me apunté en viajamosjuntos.com para ir desde Cáceres a Málaga cada dos semanas, porque allí está mi novia, pero nadie me ha contestado. Ni siquiera de Antequera, Sevilla u Osuna, lugares por los que tengo que pasar con el coche”, reconoce José Bueno Escobar, un usuario de este tipo de servicios. Lo mismo le ocurre a Eduardo Zambrano, un almeriense que el 2 de mayo tiene que viajar a Madrid para un bautizo y busca compañero de viaje sin éxito. “Nunca antes había compartido coche pero un amigo, bromeando en un primer momento, me sugirió que me registrara y probara suerte. Mientras el viaje salga más económico da igual cómo vayas”, explica Eduardo.

Todos ellos coinciden al afirmar que los objetivos de compartir coche son dividir los gastos de la gasolina e ir acompañado. Pero ahora, muchos incluyen un nuevo fin: el cuidado del medio ambiente. Éste es el caso de Eduardo Benítez, un estudiante de Ingeniería Forestal que viaja con frecuencia desde Huelva, donde estudia, a Málaga. “Yo pongo el coche y, sinceramente, no divido los gastos, el viaje lo tengo que hacer de todas formas, a mí lo que me preocupa es el medio ambiente y la contaminación”, asegura Eduardo. A diferencia de otros internautas, este joven acude a asociaciones de ecologistas que potencian esta modalidad de transporte o colectivos como Educación para la Acción Crítica.

Algunas empresas también comienzan a potenciar dicha iniciativa como es el caso de Emasesa. La compañía de aguas sevillana ofrece a sus trabajadores la opción de registrase en una base de datos y compartir coche para ir a trabajar con compañeros que vivan por la misma zona. Así, fue durante un año y medio a trabajar Francisco Pardillo a la Consejería de Empleo en Sevilla desde Écija. “Una semana llevaba mi compañero el coche y otra yo, así nos ahorrábamos dinero en gasolina y desgastas menos el vehículo”. No obstante, Francisco no está muy contento con el servicio que ofrece internet y por eso tiene un proyecto en mente, un nuevo espacio en la web. “Se puede mejorar mucho. El proceso de registro debe ser más sencillo, tienen que promocionarlo más, incluir rutas personalizadas o vincular la web con Google Maps, incluso que haya un compromiso de seguridad”, explica Francisco. “Es normal que haya cierto recelo. Si no coges a alguien que hace autostop por qué vas a llevar en tu coche a alguien que has conocido en internet”, retoma. El estudiante de Ingeniería Forestal Eduardo Benítez piensa de la misma forma, de hecho la mayoría de sus compañeros de viaje han sido extranjeros. “Aquí no estamos concienciados, igual que no compartimos un taxi o una mesa en un comedor como ocurre en otros países europeos. La gente desconfía. Es otra educación y otras costumbres”, concluye.

Son nuevas formas de viajar acordes con los nuevos tiempos y el intercambio cultural. Ya no hace falta hacer autostop para que el viaje salga más barato, basta con navegar unos minutos en internet, chatear o entrar en foros para encontrar un coche y compañía. Una forma singular de viajar.

Portales de internet para compartir coches:  www.viajamosjuntos.com, www.compartir.org, www.comparteviaje.es, www.sindinero.org, www.yougogogo.com. Además existen otras web con la intención de intercambiar alojamiento como el portal www.hospitalclub.com.

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