La Línea

La Línea o el arte de la enseñanza

  • Dos maestras linenses optan este sábado a ser finalistas de los 'Goya de la educación'

  • Carolina Amusco e Inmaculada Cózar restan méritos a sus nominaciones

  • La primera es vicedirectora en el Instituto Viejo de La Línea

  • La segunda acaba de jubilarse tras trece años en Tres Cantos

Inmaculada de Cózar y Carolina Amusco.

Inmaculada de Cózar y Carolina Amusco.

La Línea tiene mucho que enseñar. Y gente que sabe hacerlo de maravilla. De hecho dos maestras linenses, Carolina Amusco Pérez e Inmaculada de Cózar Fernández, son candidatas a convertirse este sábado en finalistas de los IV Premios Educa Abanca (Mundo Educa), conocidos popularmente como los Goya de la Educación, que reconocen a los mejores profesores de España en 2020 y a los que se accede por propuesta de compañeros de trabajo y alumnado. Dos enamoradas de su profesión que se sacuden los méritos contraídos y que optan a unos galardones cuyos vencedores finales se conocen en febrero, durante un Congreso en Santiago de Compostela (Galicia).

Inmaculada Cózar, que opta a los premios en la categoría de Educación Primaria, resume su forma de concebir su profesión con una reflexión: “Lo más importante de la enseñanza es que el alumno se sienta feliz, que encuentre en la clase un ambiente de positivismo, de alegría, que los niños vayan contentos a clase”.

Inmaculada Cózar, en la Plaza de la Iglesia de La Línea Inmaculada Cózar, en la Plaza de la Iglesia de La Línea

Inmaculada Cózar, en la Plaza de la Iglesia de La Línea / Erasmo Fenoy

Yo siempre les decía a los niños que a la escuela se va a pensar, no solo hay que aprender conocimientos”, recalca. “Por eso trabajábamos mucho la educación emocional y teníamos momentos para estar tranquilos, para relajarnos”.

Esta profesora, que el pasado seis de noviembre tomó la senda de la jubilación y que no descarta regresar a su ciudad natal, comenzó su andadura profesional en La Línea, en el Nuestra Señora de la Paz, un centro de la barriada de Los Junquillos que ya no existe como tal. Pasó por Puente Mayorga y Campamento en San Roque y más tarde se encaminó a Jerez, hasta que recaló en el entonces Colegio Público Antonio Machado (hoy Instituto) y más tarde en el Pablo Picasso.

Hace algo más de una década y como consecuencia de las responsabilidades laborales de su marido Inmaculada Cózar trasladó su residencia a Tres Cantos (Comunidad de Madrid) y retomó su condición de docente en el colegio Carmen Hernández Guarch, que lleva el nombre de la directora que recibió a la linense cuando se incorporó al claustro de profesores.

Durante esos trece años en Madrid Inmaculada Cózar ejerció de tutora de los alumnos de primer y segundo curso, hasta que el pasado año asumió la dirección de cuarto nivel, que está sujeto a una metodología denominada One to one y que suponía un reto para alguien que había dedicado muchas horas a formarse en nuevas tecnologías.

La maestra linense siempre se ha puesto como objetivo “atender a los niños que tienen dificultades, pero incluso a aquellos que no tienen un diagnóstico que lo justifique, pero que se ve que tienen problemas para aprender algo”.

En esa situación incluye también a los pequeños de altas capacidades para quienes creó un aula-taller, que condujo a su centro a la participación durante dos años en RetoTech, un proyecto de la Fundación Endesa, basado en el desarrollo de proyectos tecnológicos a través de distintas técnicas de robótica, programación y creación de apps. La aportación estrella fue un “traductor” que permitía leer a cualquier vidente lo que una alumna ciega escribía en lenguaje Braille.

La profesora linense no olvida expresar su agradecimiento a quienes le rodearon en Tres Cantos: "Tengo que dar las gracias a las familias y a los compañeros por la nominación, porque, es un reconocimiento a mu trabajo, pero también al de todo un equipo; siempre he tenido la suerte de tener grandes compañeros con las que he trabajado y aprendido"

Cózar envía un consejo a sus compañeros de profesión: “Un profesor tiene que estar en constante formación, estar al día”.

Carolina Amusco

Carolina Amusco es desde ni se sabe la profesora de inglés por excelencia del Instituto Menéndez Tolosa (ahora Tolosa, aunque todo el mundo lo conoce como el Instituto Viejo) de La Línea, en el que ahora también desempeña la función de vicedirectora. Fueron sus compañeros y alumnos los que elaboraron una candidatura de la que la propia interesa ni siquiera tuvo conocimiento hasta que fue nombrada candidata.

El centro ya recibió en 2018 el segundo premio de ámbito andaluz por sus buenas prácticas bilingües cuya cuna eran los personajes de Marvel y en marzo de 2019, el tercero de Innovación educativa basado en el personaje de Harry Potter, proyectos ambos en los que tuvo un papel preponderante Carolina Amusco, que opta al premio en educación secundaria y bachillerato.

Por supuesto que no me creo mejor profesora que cualquier otro compañero, ni mucho menos, pero solo el  hecho de que haya profesores y alumnos que conviven conmigo a diario y que piensan que yo puedo merecer ese premio ya supone una satisfacción, en su momento fue una gran sorpresa”, confiesa la profesora, madre del baloncestista Miki Ortega, en la actualidad en las filas de Udea Algeciras.

A mí es que me gusta mucho lo que hago, siempre estoy buscando qué hay nuevo para no estar haciendo siempre lo mismo y es verdad que le dedico mucho tiempo, así que un reconocimiento como éste resulta muy bonito, a todo el mundo le gusta”, subraya, recalcando el agradecimiento a sus compañeros del centro.

“Lo que quiero recalcar es que las actividades que propongo encuentran una muy buena acogida por parte del profesorado”, puntualiza. “Tengo la suerte de tener compañeros que se ofrecen, que quieren participar, porque sin ellos sería imposible llevar los proyectos adelante”.

 

 

 

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