mundo abuelo

Levantarse de la cama, comer o ponerse unos calcetines son gestos tan cotidianos que apenas se repara en ellos. Quizás por eso a los mayores les cuesta pedir ayuda cuando la edad convierte en pequeños retos diarios lo que antes hacían de manera automática.

En el barrio de Los Remedios abrió hace dos años Mundo Abuelo, un negocio pensado para hacer más cómoda la vida de los mayores. Su propietario, Rafael Rosas, explica que para sus clientes "reconocer que necesitan ayuda técnica es reconocer también que tienen un problema" y asegura que rechazan sobre todo los accesorios que tienen que ver con las relaciones sociales como bastones o andadores. Sin embargo, "las cosas están cambiando" y a eso ayuda que cada vez son más los artículos para la tercera edad que huyen de la imagen de ortopedia e incorporan otros materiales y diseños.

Además de artículos que sirven para cubrir las necesidades básicas de cualquier persona como camas e inodoros que se elevan (los hay desde 40 euros) o sillones capaces de poner de pie a una persona, en la tienda tienen cabida también otros encaminados a favorecer la actividad social de los mayores.

Así, venden scooters, bastones estampados plegables (unos 30 euros), muletas con diseños coloridos o teléfonos móviles y fijos adaptados para que la persona que los use sólo tenga que pulsar sobre la foto de la persona con la que desea hablar.

También el ocio tiene su rincón en este establecimiento aunque, dice Rafael Rosas, "todavía son pocos los artículos que se fabrican a pesar de que la demanda cada vez es mayor". Puzzles especiales para mayores; naipes y juegos de mesa -parchís o dominó- adaptados; o lámparas-lupa para facilitarles la lectura son algunos de los que ya están en sus estanterías.

La mayoría de las personas que entran en la tienda son mujeres de entre 45 y 55 años que también sufren secuelas en su estado físico tras años de ejercer como cuidadoras de sus familiares. Para ellas también hay artículos que sirven para hacerles más llevadera su tarea y evitar problemas en el futuro.

Pastilleros con alarma, cubertería adaptada a personas con parkinson o que padece temblores por la edad, pinzas para alcanzar objetos... A cada problema, una solución para que los mayores tengan una vida mejor.