Una de las hertramientas clave que salieron a relucir durante el debate para poder facilitar el acceso de los pacientes a terapias innovadoras fue el de los acuerdos de riesgo compartido. La posibilidad de que un hospital abone al fabricante solamente aquellos tratamientos en los que ha demostrado su eficacia no es una opción nueva, aunque en los últimos dos años ha cobrado relevancia. Beatriz Perales, de Biogen Idec, explicó que, como compañía farmacéutica innovadora y biotecnológica, "estamos dispuestos a demostrar que nuestros medicamentos son seguros y eficaces y la opción del riesgo compartido es viable". Según explicó, esta opción no es "hija de la crisis", como se insinuó durante el coloquio, sino "hija del equilibrio y la defensa de la innovación". Para Perales, "quizás a todo el mundo no le encajan estos esquemas de colaboración. Hay que seleccionar muy bien qué es la innovación. Es un tema de equilibrio y no de recortes. El riesgo compartido es una gran herramienta para eso".

Tanto los profesionales de farmacia, como la representane de Fedema, consideraron que este tipo de herramientas pueden ser útil para subrayar el valor de la innovación terapéutica y sostener un entorno en el que sea accesible.