La ciclosporina A, un inmunosupresor muy utilizado en los trasplantes suele tener unos resultados excelentes, pero puede originar toxicidad renal que se manifiesta con un deterioro del funcionamiento de los riñones y la aparición de lesiones en las células renales. Investigadores de la Red de Investigación Renal, que pertenece al Instituto de Salud Carlos III, han confirmado que la ciclosporina produce alteraciones funcionales y morfológicas de las mitocondrias. Según los autores, a partir de la Vitamina E se podrían desarrollar tratamientos para evitar la toxicidad mitocondrial y, la muerte celular programada que provoca la ciclosporina y evitar la toxicidad provocada por el inmunosupresor en trasplantados.
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