Salud y Bienestar

Reducir la contaminación en España evitaría 3.500 muertes anuales

  • Relacionan una mayor mortalidad atribuida a enfermedad cardiovascular y respiratoria con la polución excesiva, especialmente en personas mayores.

La Sociedad Española de Cardiología (SEC) asegura que reducir los niveles de contaminación en ciudades españolas como Madrid o Barcelona, evitarían 3.500 muertes anuales por enfermedad cardiovascular y respiratoria y se reduciría en 1.800 el número anual de ingresos hospitalarios por estos motivos. En este sentido, recuerda que en España ya se producen cerca de 16.000 muertes ligadas a la contaminación ambiental, especialmente los ancianos y aquellas personas que presentan otros factores de riesgo cardiovascular como el colesterol elevado, la mala alimentación o el estrés.

Por ello, la SEC recomienda a los ancianos que eviten exponerse cerca de vías de tráfico intenso, con niveles de contaminación superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, es decir, entre 25 y 30 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico. Asimismo, desaconseja la práctica de ejercicio físico intenso al aire libre, pues se aspiran muchas más partículas perniciosas. Según los expertos, existen claras evidencias, demostradas en diversos estudios, que relacionan una mayor mortalidad cardiovascular tras varios días de polución excesiva.

Así, por ejemplo, un estudio desarrollado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de Barcelona, junto con investigadores de Suiza y de la Universidad del Sur de California, revela que las personas que habitan en lugares próximos a una autopista o una carretera altamente transitada, sufran un deterioro de las arterias el doble de rápido de las que viven en zonas menos contaminadas. En concreto, el grosor de sus arterias carótidas aumenta 5,5 micrómetros más por año. En palabras del presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la Sociedad Española de Cardiología, José Barrabés, la polución es altamente nociva para la salud y, en particular, para las arterias, considerándose como un nuevo factor de riesgo cardiovascular para el que no hay otra solución más que intentar evitarla.

Otros estudios experimentales han demostrado que la contaminación tiene efectos nocivos inmediatos sobre el funcionamiento de las arterias, empeorando la función endotelial, es decir, reduciendo instantáneamente su capacidad vasodilatadora. Si la exposición se mantiene, la polución podría provocar, a largo plazo, el engrosamiento y acumulación de grasas en las arterias y desembocar en una arteriosclerosis. Asimismo, otra de las consecuencias negativas de la contaminación radica en el favorecimiento de la coagulabilidad de la sangre, aumentando el riesgo de padecer accidentes trombóticos agudos como el infarto de miocardio.

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