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Dolor al pisar: todo lo que debes saber sobre la fascitis plantar

Dolor al pisar: todo lo que debes saber sobre la fascitis plantar

Dolor al pisar: todo lo que debes saber sobre la fascitis plantar

La bipedestación es una de las grandes ventajas evolutivas de la especie humana. Ser capaz de mantenerse y desplazarse únicamente mediante el uso de las extremidades inferiores es lo que le ha permitido al ser humano utilizar las superiores para la obtención rápida de alimentos, para la fabricación y uso de herramientas y, en general, para incrementar el desarrollo de la actividad hasta niveles imposibles de alcanzar si necesitáramos de manera habitual el uso de las cuatro extremidades para la estabilidad y el desplazamiento.

Pero esta ventaja evolutiva tiene también algún inconveniente. El peso que soportan las extremidades inferiores y las funciones que se les obliga a desarrollar son mayores de lo que la naturaleza ha marcado como óptimo y, en particular, los pies son los grandes perjudicados de nuestra ventajosa condición.

La fascitis plantar

Fisioterapia. Fisioterapia.

Fisioterapia.

Se estima que una de cada tres personas mayores de 65 años sufre dolor agudo y persistente en la parte inferior del talón y que entre un 10 y un 20 por ciento de la población mundial lo sufrirá alguna vez a lo largo de su vida. Solo en los Estados Unidos se producen entre 600.000 y 2.000.000 de casos anuales de lo que técnicamente se conoce como fascitis plantar.

La causa de la fascitis plantar se deriva de la inflamación y/o degeneración del tendón de la fascia plantar en su inserción en el calcáneo, pudiendo incluso producir una protuberancia ósea denominada espolón calcáneo, explica Jaime Benito, miembro del Equipo de Fisioterapia Preventiva de Quirónprevención, compañía de prevención de riesgos laborales del grupo Quirónsalud que acaba de poner en marcha un nuevo proyecto de medicina preventiva para prestar atención sanitaria a particulares, además de a empresas. “Este es un hueso diseñado específicamente para soportar la carga corporal, permitir la marcha y mantener parte de la estabilidad del pie. Se encuentra situado en el comienzo del pie y próximo a la pantorrilla, con quien comparte tejido muscular que facilita la articulación y el movimiento de ambos”, añade.

La fascitis plantar no tiene una única etiología, al tratarse de una lesión derivada de la sobrecarga o sobreutilización de esa parte del cuerpo, las causas pueden obedecer a varios factores. Uno de ellos, perfectamente lógico, es la edad avanzada, pero hay otras dos razones muy habituales en esta patología, explica el especialista de Quirónprevención. Una de ellas es el sobrepeso debido a que un aumento de masa corporal afecta directamente a las cargas que recibe el pie. La otra es el exceso de bipedestación, es decir, la realización de actividades que exigen mantenerse de pie durante un tiempo prolongado o con sobrecarga. “El caso más obvio y reconocible es el de los corredores y otros deportistas, pero también el de determinado tipo de profesionales que deben desarrollar su actividad laboral con una larga permanencia sin poder sentarse o aquellos que deben cargar mucho peso de manera habitual”, cuenta Benito.

Los síntomas y signos de esta lesión son el dolor que se siente al dar los primeros pasos por la mañana y tras largos periodos de reposo. Este dolor se presenta con mayor frecuencia en el talón o cerca de él y, en menor números de casos, puede alcanzar el mediopié y el antepié.

Qué hacer

“Aunque la molestia no sea excesiva, es recomendable acudir al especialista porque el mantenimiento de las cargas incrementadas va derivando hacia el antepié y terminan produciendo microtraumatismos de repetición que provocan la degeneración y el engrosamiento de la fascia plantar, es decir, del tejido conectivo que envuelve el pie”, según el especialista de Quirónprevención.

Además, la resolución de esta patología debe ser el fruto del trabajo de un equipo multidisciplinar -traumatólogo, fisioterapeuta, podólogo- para contemplar los diversos factores de riesgo que pueden influir en la lesión. El tratamiento que se suele realizar con fisioterapia es amplio e incluye alternativas como terapia manual, estiramientos, ejercicios de fortalecimiento, ondas de choque, electroterapia analgésica o vendaje funcional.

En la mayoría de los casos, apunta Benito, la resolución de los síntomas se produce en un periodo de tiempo que oscila entre los diez y los doce meses de media.