Investigación

Así provoca el estrés que te quedes sin pelo

El estrés es uno de los motivos que provocan la pérdida del cabello

El estrés es uno de los motivos que provocan la pérdida del cabello / Julio González

El estrés es uno de los condicionantes más negativos para nuestra salud. Popularmente es conocido que el estrés puede ocasionar que nos quedemos sin pelo, pero más que una creencia popular no estaba demostrado cómo actuaba el estrés crónico. Recientemente un artículo, publicado en la revista Nature, revela de que manera influye en nuestro organismo e impide su crecimiento.

Inactiva las células encargadas de su crecimiento

Los encargados de la investigación, de la Universidad de Harvard,  han desvelado los resultados de estos estudios en ratones. Así, de los mismos se desprende que las hormonas del estrés tienen una grave incidencia en las células del folículo piloso, suprimiendo como consecuencia el crecimiento del pelo. 

"Aunque el estrés se ha asociado anecdóticamente con muchas variaciones en los tejidos, incluidos algunos problemas del cabello, no estaba claro si provocaba realmente estos cambios perjudiciales y, lo que es más importante, los mecanismos que subyacen a estas alteraciones siguen siendo poco conocidos", desvela Ya-Chieh Hsu, coordinador del equipo de investigación

La principal base de la investigación se fundamentó en cómo la corticosterona influye en el proceso de crecimiento. La hormona del estrés, corticosterona, es la encargada en ratones de regular la inactividad de las células madres del folículo piloso, HFSC, por lo que dicha inactividad se traduciría en que perdiéramos el cabello al no producirse este proceso. Por el momento, la corticosterona sería el semejante en estos roedores del cortisol humano.

En los ratones estudiados con estrés crónico, los niveles de corticosterona eran demasiado elevados, lo que derivó en que sus folículos permanecieran inactivos, impidiendo su propia regeneración.

El proceso puede revertirse

No obstante, el punto positivo se encuentra en que el grupo de investigadores logró rebajar los niveles de corticosterona, lo que provocó que los folículos volvieran a su actividad habitual y el proceso de crecimiento del cabello también se reactivara.

Para conseguir reducir los niveles de corticosterona, se suprimió la proteína GAS6, la cual es la encargada de favorecer la aparición de las células derivadas del estrés. Al reducir los niveles de GAS6 se estimulaba la regeneración de los folículos y el cabello volvía a crecer. Esto se debe a que durante una fase de estrés crónico, las células madres del folículo piloso entran en descanso, por lo que al activar su funcionamiento vuelven a realizar su proceso de manera correcta. 

Así lo ratificaba Hsu: "Con este estudio, hemos observado que el estrés en realidad retrasa la activación de las células madre y que las células madre del folículo piloso cambian fundamentalmente la frecuencia de la revitalización de los tejidos".

Hasta el momento estos estudios se han llevado a cabo tan solo en roedores, los cuales son poseedores de la corticosterona. El siguiente paso a tratar consistirá en repetir los experimentos con cortisol humano para incidir en cómo podría remediarse la pérdida del cabello por estrés. 

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