Salud infantil

El asma 'vuelve' al colegio

  • Las hospitalizaciones infantiles por esa enfermedad aumentan entre un 20% y un 25% en septiembre · La educación de pacientes, familia y profesorado, clave para su control.

Para los niños y niñas con asma, el otoño y la vuelta al colegio se conjugan para elevar los riesgos asociados a esa enfermedad respiratoria. La llegada del frío facilita las infecciones -que a su vez favorecen las crisis asmáticas-, y el mayor contacto infantil en guarderías y escuelas incrementa las posibilidades de transmisión, no solo entre menores, sino también en el seno de sus familias. De hecho, septiembre suele registrar un 20-25% más de hospitalizaciones pediátricas relacionadas con ese problema.

Adelaida Lamas, responsable de la Sección de Neumología Pediátrica del madrileño Hospital Ramón y Cajal, apunta una explicación adicional: "El verano es la etapa en la que menos medicación para el asma se emplea", porque "los niños suelen estar bien" y se produce una relajación en el cumplimiento terapéutico.

Claudio Fragola, otorrinolaringólogo del mismo centro sanitario, recuerda por su parte que cuando concurren en un mismo paciente el asma y la rinitis (así le sucede al 71% de españoles asmáticos que acuden a una consulta de Neumología), aumentan tanto los ingresos como las visitas a Urgencias. Además, el control médico de ese proceso requiere más fármacos.

Vista la cuestión desde otro ángulo, el 45% de los niños con rinitis tratados en las consultas Alergología en España sufre asma. Una situación que complica el problema, ya que, como señala Fragola, a los síntomas habituales del asma -dificultad y sonido silbante al respirar, tos, sensación de opresión torácica-, se suman las consecuencias negativas de la rinitis alérgica sobre el sueño nocturno, que se traducen en somnolencia durante el día, menor concentración, cansancio, falta de apetito y, al final, absentismo escolar.

El especialista aclara que asma y rinitis comparten "una base fisiopatológica común, porque el componente inflamatorio a nivel pulmonar es equiparable al que se presenta a nivel nasal". Y remacha que, "aunque en muchas ocasiones los manejemos por separado", hay una "vía aérea única" con los mismos procesos fisiopatológicos y clínicos.

En todo caso, y más allá de las crecientes opciones terapéuticas para el buen manejo del asma -tratamientos de alivio o 'rescate' y tratamientos de control o mantenimiento-, Fragola pone el acento en la eficacia de las estrategias preventivas. Estas, recalca, permiten una disminución del número y de la duración e intensidad de las crisis, por lo que "contribuyen a reducir la posterior utilización de medicación".

En el caso de los escolares, la prevención y el adecuado control del asma son una necesidad aún más palpable, ya que los niños que sufren esa enfermedad respiratoria pierden entre 2 y 5 días más de clase que sus compañeros que no la padecen. De ahí la insistencia médica en que, ahora que comienza el curso escolar, tanto progenitores como profesorado extremen su atención al asma de sus hijos y alumnos. Máxime cuando, como señalaba la consensuada Guía Española para el Manejo del Asma, el paciente que recibe educación sobre la enfermedad, mejora su calidad de vida, reduce el riesgo de crisis asmática y ahorra costes sanitarios.

Pero no solo el paciente. También es fundamental la educación sobre asma de padres, madres y profesorado. Lamas recuerda que "el niño pasa un tercio de su tiempo en el entorno escolar, por lo que es probable que sufra una manifestación de su enfermedad y el profesor deba atenderle"; de hecho, "3 de cada 10 han tenido que hacerlo en horario lectivo". En definitiva, enfatiza la experta, "el educador debe estar preparado" para que esa atención sea lo más eficaz posible.

Dado que "el 64% de profesores admite no estar preparado para afrontar la crisis asmática de un niño", el margen de mejora en ese ámbito es amplio. Además, hay voluntad de hacerlo, como reflejó un estudio de las Fundaciones BBVA y María José Jove que elevaba hasta el 93% el profesorado que admitía que sus conocimientos sobre el asma no son suficientes y que deseaba tener más información. Para contribuir a ello, ambas entidades publicarán este jueves el libro El asma en la infancia y en la adolescencia, en el que han participado 14 especialistas y que llega avalado por la Asociación Española de Pediatría.

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