Salud y Bienestar

Las conductas alimentarias de riesgo descienden entre las adolescentes

  • El porcentaje de chicas con hábitos relacionados con los trastornos de la alimentación baja respecto a estudios previos · No ocurre lo mismo con los chicos.

Los trastornos alimentarios (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno alimentario compulsivo y trastorno alimentario no especificad) son enfermedades incapacitantes y el tratamiento especializado no siempre es fácilmente accesible.

Generalmente su incidencia ha sido más observada y analizada entre las mujeres, pero epidemiológicamente se van observando cambios. El porcentaje de chicas con conductas alimentarias de riesgo relacionadas con el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria fue inferior al de estudios previos; no ocurrió lo mismo en el caso de los chicos. La edad en la que se manifiestan estas conductas alteradas respecto a la alimentación apoya la necesidad de desarrollar estrategias de prevención en edades tempranas. Esas son las conclusiones esenciales de un estudio, publicado recientemente en Medicina Clínica sobre conductas alimentarias de riesgo en una muestra de 2.142 adolescentes.

El trabajo ha sido realizado por Lidia Pamies, Yolanda Quiles y Miguel Bernabé, del Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández de Elche, en Alicante. Según sus datos, un 11,2% de los adolescentes presentó conductas alimentarias de riesgo para el desarrollo de un trastorno, de los que un 7,79% fueron chicas y un 3,34% chicos. Los adolescentes de 12 años presentaban puntuaciones superiores que el resto de compañeros. Los adolescentes que presentaban conductas alimentarias de riesgo relacionadas con el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria tenían un índice de masa corporal superior al de los que presentaban en menor medida este tipo de conductas.

El objetivo del trabajo fue estimar el porcentaje de adolescentes que presentaban conductas alimentarias de riesgo para el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria, analizando las diferencias en función del género, la edad y su índice de masa corporal. La anorexia nerviosa es quizá el trastorno más extendido. Se basa en el rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (peso inferior al 85% del esperado, no ganancia del peso esperado en prepúberes) y un miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso. Además, suele cursar con una alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal. Asimismo, en mujeres pospuberales, presencia de amenorrea (ausencia de al menos tres ciclos consecutivos) es considerado habitual.

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