Campo de Gibraltar

Sin conservantes ni colorantes

  • El comedor del colegio Luis Lamadrid de Los Barrios, con más de 132 comensales, tiene listas de espera a pesar de la subida de los precios y la reducción de las ayudas

Lentejas guisadas, merluza al horno con tomate rociero, pan blanco y ciruelas. Este es el menú del pasado jueves en el comedor del colegio Luis Lamadrid de Los Barrios. La empresa Brâssica, concesionaria de los 23 colegios de la comarca, elabora el menú cada mes, para que después lo repartan entre los padres, y así conozcan en todo momento lo que comen sus hijos y que alimentos pueden completar su menú.

La directora del centro barreño, Pilar Sánchez, asegura que ningún menú contempla fritos o rebozados, se han eliminado totalmente de la dieta. "Todos los menús están supervisados por un responsable de Dietética de la empresa y el propio ISE (Empresa de Infraestructuras y Servicios educativos de la Junta), para evitar la obesidad infantil y cambiar los hábitos en su alimentación o en algunos casos iniciarles en la comida sana", señala Sánchez.

Como ha ocurrido con todas las generaciones, a los niños de ahora lo que menos les gustan son las verduras, no obstante los hay que repiten. Para controlar a los más desganados están las monitoras. Es el caso de María Teresa Sánchez, seis años trabajando en el Luis Lamadrid desde que se inició el Plan de Apertura. "Tres compañeras empezamos en el comedor y dos seguimos estando aún", destaca. La monitora señala que durante estos años no sólo ha ayudado a los niños a comer sino que les ha enseñado. "Los conozco a todos, son muchos años", añade mientras le dice a uno de los pequeños como coger la cuchara.

La comida que llega al Luis Lamadrid es como ocurre en el resto de colegios del municipio, una línea en frío. La empresa la trae envasada y termosellada dos veces por semana en barquetas, posteriormente se introducen en unos hornos para calentarse.

La directora del colegio añade que los padres no critican esta forma de alimento porque siempre ha sido así. Una empresa de catering es la que ha suministrado la comida. "La diferencia no la aprecia el consumidor, lo que ocurre es que no viene todos los días sino dos veces por semana, pero la fecha de caducidad es muy amplia", argumenta.

Lejos de protestar, en el centro existe lista de espera y dos turnos de comedor: los más pequeños almuerzan de 14:00 a 15:00 horas; y de 15:00 a 16:00 horas, los de Primaria. "Nuestro sala es muy pequeña y tenemos 132 comensales que pueden ser más", añade Sánchez, ya que existen varias posibilidades. Algunos niños comen a diario, otros sólo lunes y miércoles y finalmente, existe un grupo que almuerza los martes, jueves y viernes.

El grupo de trabajo del comedor de este colegio está formado por dos cocineras y seis monitoras que controlan los diferentes turnos. Mientras un grupo controla el comedor, las otras asistentes se quedan con el resto en el gimnasio. La mayoría de los niños se queda hasta las 16:00 horas, algunos incluso se quedan por la tarde en horas extraescolares.

Este año la gestión del comedor la realiza la propia empresa, a diferencia de años anteriores en los que los realizaban los propios centros escolares. A este se suma, los nuevos precios y el nuevo sistema de bonificaciones que ha provocado muchas críticas en la comarca.

La directora del Lamadrid apunta que en realidad el precio del comedor ha subido 60 céntimos, lo que han variado han sido las bonificaciones, porque se han hecho en función de los ingresos de hace dos años. "Antes eran de 50,75 o 100%, ahora cambiado la tabla, existe otros baremos y quien antes tenía una bonificación del 50% se ha quedado en un 12%", argumenta. Esto ha supuesto que un gran número de familias hayan dejado el comedor porque la hacer números no les compensa. A pesar de ello, el Luis Lamadrid con 640 alumnos, siendo el centro más grande de Los Barrios sigue y seguirá teniendo lista de espera.

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