Oftalmología

El diagnóstico tardío empeora el pronóstico ante un glaucoma

  • Especialistas aconsejan las revisiones periódicas a mayores de 50 años y a personas con diabetes.

Se estima que el glaucoma afecta a más de medio millón de españoles, aunque el carácter asintomático de la enfermedad hace que la mitad de los casos se encuentren sin diagnosticar. La mayor incidencia de la enfermedad se produce a partir de los 40 años: afectando a un 2,1% de las personas entre 50 y 59 años; a un 2,3% entre 60 y 69; porcentaje que sube hasta el 3,5% en los mayores de 70.

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por el daño en el nervio óptico secundario provocado, en un alto porcentaje, por el aumento de la presión intraocular. El deterioro progresivo de las fibras del nervio suele conducir a la pérdida del campo visual y, en los casos más graves, a la ceguera.

El dopctor Jorge Navalón, miembro de la Unidad de Glaucoma de Clínica Baviera advierte que "teniendo en cuenta que el daño que produce el glaucoma es irreversible, cuanto antes se realice el diagnóstico y se establezca el tratamiento oportuno, mejores serán los resultados. Aunque no existe cura, sí podemos frenar su progresión, ralentizando el deterioro progresivo del nervio óptico y la pérdida de campo visual mediante la reducción y el control de la presión intraocular", explica el doctor Navalón.

Pese a la dificultad del diagnóstico, existe tratamiento para frenar su avance y evitar que provoque pérdida avanzada de visión o ceguera. Para ello, es importante acudir a revisiones oftalmológicas de manera habitual, especialmente en el caso de pertenecer a uno de los perfiles de riesgo: pacientes con antecedentes familiares, diabéticos, personas con miopía elevada y mayores de 50 años.

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