Salud y Bienestar

Los enfermos renales podrán tratarse en casa por telemedicina

  • La aplicación de este dispositivo se orienta a pacientes estables, los más graves serán controlados de forma convencional · Su uso convivirá con hospitales y clínicas

Un total de entre el 0,2% y 0,6% de la población española adulta padece la enfermedad renal crónica en alguno de sus cinco niveles. Esta cifra aumenta hasta el 1,6% en el caso de quienes superan los 64 años. Así lo publica la revista Nefrología que edita la Sociedad Española de Nefrología.

Teniendo en cuenta tal prevalencia, el grupo de investigación de Laura Roa, catedrática de la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, trabaja en el desarrollo de Nefrotel, un sistema de teleasistencia para la supervisión avanzada del paciente renal crónico que permitirá su monitorización en tiempo real en el entorno domiciliario. El fin de este mecanismo es "garantizar la adecuación de la hemodiálisis" al enfermo para mejora "sustancialmente" su calidad de vida.

Este dispositivo se compone de una serie de sensores biomédicos que recogen información relativa al estado del paciente. Dichos datos se enviarán ipso facto al centro de gestión de recursos, donde serán almacenados y procesados. "En caso de detectarse alteraciones en los parámetros clínicos del enfermo, se activaría inmediatamente una alarma en el centro de vigilancia donde se encuentran los profesionales sanitarios encargados de supervisar al enfermo". "Una vez sean avisados, los especialistas darán prioridad a los casos en función de su gravedad y actuarán sobre el instrumento de diálisis o tomarán las medidas terapéuticas que estimen oportunas", explica la investigadora.

Los doctores podrán efectuar a través de este mecanismo exactamente las mismas acciones que realizarían si el paciente estuviese en el centro de diálisis. "Estas posibilidades garantizan a los usuarios el mismo nivel de atención y fiabilidad que recibiría si el personal sanitario se encontrase presente", asegura. Otorgarles una mayor seguridad y tranquilidad al enfermo ha sido, desde el inicio de la investigación, una máxima para el grupo sevillano, recalca Laura Roa. Para ello, "nos hemos volcado en facilitarle más información sobre la evolución de su enfermedad".

La principal ventaja que aportará el empleo de Nefrotel a la salud del paciente es "la reducción del riesgo de posibles infecciones", además, recibirán una formación continuada que le permitirá llevar a cabo un mejor seguimiento de su enfermedad y participar activamente en su tratamiento".

Su uso también implica beneficios para los médicos que "podrán acceder a un volumen de información relativa al paciente de la que difícilmente dispondrían con un sistema de estancias hospitalarias periódicas; de este modo, se agilizarán y optimizarán los resultados". Sin embargo, Nefrotel está pensado para enfermos estabilizados. "Los casos más graves requerirán que el paciente sea hospitalizado", especifica Laura Roa, para la que "indudablemente, este dispositivo no pretende sustituir las clínicas y hospitales".

En la actualidad el estudio está pendiente de la evaluación de su tecnología. En este proceso participarán universidades y distintos servicios de nefrología públicos y privados del ámbito nacional. Superar esta etapa es imprescindible para el uso sanitario de este mecanismo de telemedicina que aún es un prototipo de laboratorio.

Roa inició esta línea de investigación en los 90 pues ya era consciente de "la importancia que alcanzarían las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en estos pacientes en relación con el progresivo envejecimiento de la población". No obstante, no fue hasta 2004 cuando se iniciara este estudio gracias al apoyo económico del Fondo de Investigaciones Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III. Más tarde, su consideración como Proyecto de Excelencia por parte de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta sirvió para aumentar su presupuesto.

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