Investigación y Tecnología

Qué provoca que estemos más deprimidos en otoño

Con la falta de luz disminuyen los niveles de serotonina, lo que nos hace sentirnos más tristes.

Con la falta de luz disminuyen los niveles de serotonina, lo que nos hace sentirnos más tristes.

Cuando llega el mal tiempo, los cielos encapotados y grises y el agua en abundancia, nuestro estado de ánimo comienza a decaer inmediatamente. Quizá podemos tardar un tiempo en darnos cuenta, pero hay personas, especialmente aquellas que están acostumbradas a los días soleados que, a la tercera jornada en la que no siente los rayos del sol, comienza a perder su alegría. 

Muchos os habréis dado cuenta de este fenómeno, y quizá habréis pensado que es sugestión, pero lo cierto es que la ciencia ha demostrado en varias ocasiones que los días soleados y el buen tiempo hace más felices a las personas. Ese es el motivo de que tengamos mejor humor en verano que en otoño. 

Está demostrado que la falta de luz induce a la depresión, tanto es así que, en países nórdicos donde la luz es más un mito que una realidad, incluso hay personas se exponen a tratamientos de luz para paliar los efectos que su ausencia genera en el cuerpo. Sin embargo, esto no es algo que elijamos personalmente, sino que todo está relacionado con nuestros niveles hormonales: a mayor cantidad de luz habrá mayores niveles de serotonina (neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo) y, por tanto, se generará automáticamente un mejor estado de ánimo.

Es por ello que, la llegada de la primavera y el verano, momento en el que comienzan a darse mayores horas de luz al día, mejora notablemente el autoestima de las personas. El motivo se debe a que cuando aumentan las horas de luz solar lo hacen los niveles de serotonina, ya que nuestro cuerpo absorbe más vitamina D y, esto hace que nos sintamos más felices.

Beneficios del sol para el cuerpo

Bien es cierto que todo en pequeñas proporciones es saludable, de forma que, aunque durante el verano estemos dos meses enteros escuchando que no debemos exponernos al sol en las horas punta del día, la incidencia del sol en nuestra piel (protegida y de forma dosificada) es muy beneficiosa para la salud. 

Así, entre otras cosas, el sol resulta bueno en la medida en que mejora la respuesta muscular del cuerpo, disminuye la presión sanguínea (aunque esto no sea bueno para los hipotensos), incrementa la respuesta inmunológica y reduce la incidencia de infecciones respiratorias

También se le atribuyen beneficios como la bajada del colesterol en sangre, el incremento de la hemoglobina de la sangre y una mejora en la capacidad de trabajo cardiovascular. Además, estimula las terminaciones nerviosas, mejora la respiración (especialmente en asmáticos) y promueve la síntesis de vitamina D para calcificar huesos.

Como se puede comprobar, son muchos los beneficios que el sol tiene sobre nuestro cuerpo. Así que, de cara al largo otoño e invierno que aún está por venir, se recomienda que se aprovechen las horas de sol para pasear o practicar deportes al aire libre, y paliar de esta forma los efectos que la carencia de sol tiene sobre el cuerpo. 

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