Salud y Bienestar

Ante el reto de la prevención de la obesidad

  • Uno de cada cuatro españoles es obeso, un problema de salud pública de primera magnitud especialmente en la infancia, donde las tasas son alarmantemente mayores

Varias medidas pretenden contribuir a que la cesta de la compra sea más saludable.

Varias medidas pretenden contribuir a que la cesta de la compra sea más saludable. / archivo

Uno de cada cuatro españoles es obeso, un problema de salud pública de primera magnitud especialmente en la infancia, donde las tasas son aún mayores. La reunión científica Controversias en Endocrinología y Nutrición, organizada por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha abordado esta semana en Madrid este y otros retos de la especialidad.

Como ha recalcado la doctora Irene Bretón, presidenta de la SEEN, "no estamos bien en obesidad, pero la tendencia parece que se está frenando, lo que es una buena noticia. Existen muchas iniciativas para atajar el problema tanto a nivel estatal, regional y municipal, como la Alianza de ciudades contra la obesidad".

Los expertos creen que la labor es colectiva y no sólo corresponde a las administraciones Algunas compañías han comenzado a reducir un 10% los azúcares o las grasas

Por ejemplo, en Andalucía destaca el Proyecto de Ley para la Promoción de una Vida Saludable y una Alimentación Equilibrada que se ha presentado recientemente. "Si consigue aplicarse -y se aplica bien- va a permitir que los niños desayunen en el colegio y hagan más deporte. Y se basa en ejemplos concretos y apuesta por la proactividad de la ciudadanía, de manera similar a como pasó con las limitaciones y sanciones con el tabaco", ha propuesto.

En su opinión la prevención de la obesidad, "es una responsabilidad de todos, no solo de las Administraciones. La educación en las familias es muy importante". Y, como recuerda este experto, las nuevas normativas están incidiendo no solo en que se coma sano y se haga ejercicio, sino en aspectos relacionados con el entorno para que, por ejemplo, haya una fuente de agua junto a las máquinas de refrescos y comida preparada o limitar la colocación de saleros en restaurantes.

"Se han puesto en marcha iniciativas como reducir un 10% de azúcares, sal o grasas saturadas en determinados alimentos. Lo que está claro es que una única medida no hará gran cosa. Pero también hay que tener en cuenta que una reducción de este tipo de elementos no convierte al alimento en saludable: pensamos que su consumo debe ser ocasional. En cualquier caso, todas las medidas que hagan que la cesta de la compra sea más saludable son muy adecuadas, pero siempre acompañadas de una educación sanitaria que permita elegir mejor los alimentos", ha subrayado la doctora Bretón.

La proliferación de dietas milagro es otro de los aspectos que preocupa a los responsables de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. El doctor Francisco Botella pertenece a la junta directiva de esta sociedad científica e invita a pensar cómo es posible que surjan nuevas dietas con tanta frecuencia. "Aquí se mezclan intereses económicos y de otro tipo, con el resultado de que 'no vende' repetir a la ciudadanía los mismos mensajes de siempre. Los endocrinólogos hacemos muchos esfuerzos para desmontar estas soluciones a corto plazo, es nuestro día a día. Y, por otro lado, hay una serie de dietas alternativas -como la denominada dieta alcalina- que son muy peligrosas y con las que personas con cáncer y otras enfermedades graves se agarran a un clavo ardiendo, llevadas por su desesperación. Y caen en manos de desaprensivos, con dietas sin base científica", ha advertido Botella, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición en Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

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