El sexto Encuentro Internacional de Biotecnología (Biospain 2012), que se celebra en el Bilbao Exhibition Center (BEC) de la localidad vizcaína de Barakaldo, es un auténtico escaparate de la 'buena salud' del sector biotecnológico español, uno de los pocos que puede presumir de datos positivos en todos sus apartados: empresas, empleo, patentes, mercado... Inaugurado ayer miércoles con una visita del príncipe Felipe, este evento bienal aspira a convertirse en el cuarto del mundo por desarrollo de negocio; hasta ahora ocupaba el séptimo lugar.

De hecho, como subrayó ayer Regina Revilla, presidenta de la organizadora Asociación Española de Bioempresas (Asebio), en este 2012 han quedado "totalmente superadas las expectativas" de al menos igualar los datos de la exitosa edición anterior de hace dos años en Pamplona. Así, las 761 empresas registradas elevan un 14% la participación anterior, y con el valor añadido de la importante presencia internacional: 210 compañías, el 28% del total. También progresa un 29% el número de expositores (216, de los que 48 son internacionales), y otro 14% los visitantes profesionales, que sumaban 1.360 antes de la inauguración.

Tan relevante o más es la cifra de 'partnering' o encuentros uno-a-uno para el desarrollo de negocio, con 4.000 reuniones ya programadas, que casi duplican las 2.200 celebradas en la capital navarra en BioSpain 2010. Un argumento más para subrayar el éxito de esta edición, máxime cuando ha sido organizado en pocos meses, ya que el convenio de colaboración con el Gobierno Vasco -a través de la Sociedad para la Transformación Competitiva (SPRI)- se firmó en noviembre de 2011.

Todos esos datos positivos son, como apuntó el viceconsejero vasco de Innovación y Tecnología, Juan Goicolea, el lógico reflejo de los que registra el sector de biociencias. Además de estar creciendo un 3,8% este año, ofrece buenas cifras de empleo (163.500 trabajadores en 2010, un 3,8% más que el año anterior) y de aportación al producto interior bruto: 5,72%, casi el doble del 3% de 2008. En ese contexto, la sede vizcaína de BioSpain 2012 se justifica por la decidida apuesta del Gobierno Vasco desde hace diez años para impulsar y potenciar el sector de biociencias con un programa en dos fases: BioBasque 2010 y 2020. La idea era, primero, abrir el abanico económico a un nuevo sector 'de futuro' que llenara el vacío dejado por la crisis industrial de los años 70 y 80, y a partir de ahí, aumentar significativamente su contribución a la economía regional.

Euskadi es la cuarta comunidad autónoma por inversión en biotecnología, por detrás de Madrid, Cataluña y Andalucía. Y de sus 70 empresas dedicadas en exclusiva a ese ámbito, 30 integran un 'clúster' o concentración geográfica de compañías que colaboran con instituciones y universidades para impulsar un sector económico estratégico como el biotecnológico.