contenido ofrecido por Quirónsalud
Las pausas activas o cómo mejorar la salud laboral en solo unos minutos
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más populares en España, con un consumo anual per cápita de aproximadamente 50 litros. Sin embargo, según los expertos médicos, no todo el mundo debería disfrutar de esta refrescante bebida. El Dr. Jonathon Kung, gastroenterólogo del Hospital Mount Sinai, advierte en una entrevista a la revista norteamericana Eat This, Not That! que hay seis tipos de personas que deberían evitar beber cerveza por razones de salud.
Aunque la cerveza no siempre lista el azúcar como ingrediente, este se crea naturalmente durante el proceso de fermentación de los granos por la levadura. "La cerveza puede inducir rápidamente un aumento en el azúcar en sangre del paciente o, en estado de ayuno, puede causar un rápido aumento de la insulina y provocar una hipoglucemia, lo que también es peligroso", explica el Dr. Kung.
Aquellos que buscan perder algunos kilos deberían mantenerse alejados de esta popular bebida alcohólica. "La cerveza está cargada de entre 100 y 200 calorías con poco valor nutricional", señala Kung. Según una investigación publicada en Nutrients, cantidades diarias de cerveza mayores o iguales a 500 mililitros (aproximadamente 16,9 onzas) aumentan el riesgo de no perder peso, particularmente en los hombres.
Las personas que siguen dietas sin gluten deben tratar de evitar el consumo de cerveza, ya que puede contribuir a futuros problemas digestivos. "La cerveza a menudo contiene gluten, que puede desencadenar una respuesta inflamatoria en el intestino de muchos pacientes, lo que resulta en síntomas gastrointestinales", advierte Kung. Sin embargo, existen cervezas sin gluten que pueden ser una mejor opción para aquellos con sensibilidades alimentarias.
Los problemas estomacales no son divertidos para nadie, especialmente para aquellos con síndrome del intestino irritable. "La cerveza a menudo causa hinchazón, gases, diarrea y, a veces, dolor abdominal al irritar la pared del intestino o causar retención de líquidos en algunos pacientes", explica Kung.
Aunque beber cerveza puede parecer una buena idea después de una larga semana, si tienes una enfermedad hepática o cirrosis, es mejor mantenerse alejado. "La cerveza es alcohol que, cuando es metabolizado por un hígado ya irritado (a menudo en el contexto de cirrosis, hepatitis viral o enfermedad autoinmune), puede acelerar aún más el daño al parénquima hepático y, en última instancia, puede resultar en una disminución de la función hepática", advierte Kung.
Es posible que sepas que debes evitar los alimentos ácidos o altos en grasas cuando se trata de prevenir la acidez estomacal, pero según Kung, la cerveza también debería agregarse a esa lista. "Se sabe que la cerveza debilita la capacidad de cierre del esfínter esofágico inferior (que separa el estómago del esófago), lo que resulta en que más ácido se revierta hacia el esófago, provocando síntomas de acidez estomacal".
También te puede interesar
contenido ofrecido por Quirónsalud
Las pausas activas o cómo mejorar la salud laboral en solo unos minutos
Lo último
contenido ofrecido por Quirónsalud