Los cofrades están expectantes ante la posible vuelta de las procesiones a las calles de Sevilla. Tras anunciar el jueves el presidente de la Junta una desescalada en tres fases que concluirá el próximo 21 de junio, son muchas las voces que piden y esperan que sucede lo mismo en el ámbito cofradiero y que se retome el culto en la vía pública. 

Desde el Arzobispado de Sevilla, como ha explicado a este periódico Marcelino Manzano, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, se hace una llamada a la prudencia y se esperará a la publicación del BOJA para conocer los detalles y la letra pequeña de las tres fases de la desescalada dada a conocer por Juanma Moreno: "El decreto de suspensión de las procesiones sigue vigente. Cuando salga el BOJA se analizará y se verá si se pueden tomar otras decisiones. El Consejo Episcopal tendrá que ver esa nueva situación que se plantea".

Manzano advierte que el problema no está en los recorridos de las procesiones, ni en los cortejos, sino en la masa de personas que puede acudir a ver una procesión, por lo que el avance de la vacunación y al alcanzar un porcentaje de inmunización elevado será clave para esta desescalada cofradiera. "En la decisión que tomemos debe existir un equilibrio entre la salud y el bien pastoral", puntualizó.

Una de las procesiones más esperadas de cada año es la del Corpus Christi, que se celebrará en Sevilla el próximo jueves 3 de junio. Salvo cambio de criterio de última hora, el formato de la celebración en la Catedral será igual al del año pasado. Es decir, tras la misa habrá una procesión con el Santísimo por las últimas naves de la Catedral y una bendición a los fieles desde el atrio de la Puerta de la Asunción.