Motril vivió ayer un día intenso en la celebración de Semana Santa con tres cofradías que hicieron Estación de Penitencia en sus calles repletas de fieles.

La primera en tomar la salida fue la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de Pasión y María Santísima de la Amargura, que a las siete de la tarde abandonó el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza. En la mente de algunos todavía estaba la fuerte tormenta que les obligó el año pasado a quedarse en el interior del templo, por lo que en esta ocasión partieron con más ganas si cabe de ofrecer al pueblo la vista del Cristo de Pasión. Esta Hermandad confirmó esta hora de salida, después que se adelantara en la edición anterior por motivo del XXV aniversario, para que el público pudiera contemplar las imágenes a plena luz del día.

A las ocho y media se echó a la calle, también con más fuerza después de la desolación del año pasado, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísimo de la Esperanza, desde su casa de hermandad en el camino de Las Cañas. Al filo de la medianoche, le correspondió el turno a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, conocida como la del Silencio.