Semana Santa

Otro Jueves Santo en blanco

  • Por segundo año consecutivo la lluvia evitó la salida de las cuatro hermandades de la tarde del Jueves Santo granadino, que tuvieron que quedarse a resguardo en sus templos

LA jornada del Miércoles Santo en Granada ha sido un oasis. La lluvia regresó ayer de forma intensa dejando un Jueves Santo en blanco, el segundo consecutivo ya que el año pasado también descargó un aguacero que impidió que las hermandades de la Redención, Estrella y Aurora completasen su salida y que dejó en el templo a la de la Concepción. Este año la previsión meteorológica era tan clara que las hermandades, de forma muy acertada, decidieron no arriesgar y sustituir las estaciones penitenciales en la Catedral por un rezo interno del Vía Crucis en los templos.

La decisión era clara. La mañana comenzó a nublarse y ya a medio día cayeron algunas gotas. Después, la lluvia arreció en el momento en que tendría que producirse la salida de los Salesianos. Tras el cabildo de oficiales se decidió no salir, lo que se recibió con un aplauso entre sus hermanos. En esta corporación pesaba también el recuerdo del año pasado, en el que con menos probabilidad de lluvia que la anunciada para ayer se decidieron a salir y al final tuvieron que regresar hasta su templo después de haberse cobijado por el chaparrón en el Palacio de Congresos. "Somos muchas personas y no nos vamos a arriesgar. El año que viene será", decía el hermano mayor de esta corporación, Miguel Ángel Fernández a sus hermanos.

La inestabilidad meteorológica de esta semana también está haciendo que las hermandades ya no se arriesguen para no repetir la experiencia de las cofradías del Trabajo y de los Dolores el Lunes Santo, que salieron y se mojaron, y la de la 'Cañilla' el Martes Santo, que también fue la única de su día que se arriesgó a ponerse en la calle y que se tuvo que volver de urgencia cubierta con plásticos.

Ayer Jueves Santo las cosas estaban claras. De hecho, había comunicación entre las hermandades del día por si existía una mínima tregua y retrasando sus salidas conseguían vencer a la lluvia. Al final no fue así. Después de que la hermandad de la Redención comunicara su decisión hicieron lo propio las cofradía de la Estrella y de la Aurora, que tenían su salida a las seis de la tarde.

Con pocos minutos de diferencia, la diputada mayor de gobierno de la Estrella, Estrella Martínez, y el hermano mayor de la Aurora, Jesús Muros, comunicaron la mala noticia. "Tras estudiar los partes meteorológicos hemos decidido suspender la estación de penitencia de 2012", decía Martínez. "Hemos decidido que no vamos a salir. Me hubiera gustado despedirme de hermano mayor de otra forma pero no podemos salir", explicaba Muros. Los hermanos de las dos corporaciones apoyaron la decisión de sus juntas de gobierno de no salir porque fuera, tras una breve tregua, continuaba lloviendo, lo que demostraba que era una buena decisión.

Además, estas dos hermandades tenían que evitar la imagen que protagonizaron el año pasado. Se arriesgaron también a salir con un cielo muy negro y previsión de lluvia y la hermandad de la Estrella tuvo que darse la vuelta desde la Carretera de Murcia y la de la Aurora, desde la propia plaza de San Miguel Bajo.

Un poco más de tiempo para pensárselo tuvieron los hermanos de la cofradía de la Concepción. Después de las tres suspensiones de sus compañeras de jornada, la hermandad tuvo una decisión un poco más difícil porque a las ocho, la hora prevista para su salida, un gran claro se abrió y hasta lucía el sol. Pero era una ilusión porque la previsión anunciaba más lluvia y al poco tiempo se volvió a nublar. Tras la reunión oportuna fue su hermano mayor, Juan Miguel López Sola, quien comunicó la decisión de no salir entre lágrimas ya que era el segundo año consecutivo que tenía que dar esta mala noticia a los hermanos, que abarrotaban el Monasterio de la Concepción. "Por segundo año tengo que comunicaron que vamos a hacer una estación de penitencia distinta. Es muy duro pero el tiempo es caprichoso, por lo que os pido vuestro apoyo y comprensión", comunicó el hermano mayor, tras lo que recibió un gran aplauso de todos los presentes.

Los templos de las hermandades del día permanecieron abiertos hasta las doce de la noche, hora prevista para la salida de la cofradía del Silencio, ya en la madrugada del Viernes Santo, que al cierre de esta edición no había decidido sobre su salida.

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