Cada Martes Santo, aunque por razones distintas, es especial. El de 2018 trae consigo motivos para que podamos recordarlo durante años: será la última vez que los hermanos de La Lanzada tengan que iniciar su estación de penitencia desde una carpa; y la Virgen de la Esperanza saldrá a las calles sin su corona. Empiezan las vísperas de la coronación canónica de esta bella dolorosa de José Risueño, que se celebrará el 13 de octubre de 2018 en la Catedral.

Cuatro serán las cofradías que realicen estación de penitencia este 27 de marzo, Martes Santo. Desde el Zaidín, los hermanos de La Lanzada; en el Albaicín, hará el Santo Vía Crucis; mientras que desde Plaza Nueva se pondrá en las calles la cruz de guía de La Esperanza y, por último, las puertas de Santo Domingo volverán a abrirse para disfrutar del cortejo de la hermandad de La Humildad.

Siguiendo las indicaciones que la Agencia Estatal de Meteorología, el martes será un día apacible de cielos poco nubosos, no habrá riesgo en principio para realizar estación de penitencia. Eso sí, hará falta el abrigo porque, aunque se esperen 22ºC por la noche, la tendencia será que puedan bajar hasta los 3ºC.

VÍA CRUCIS

La conocida como la hermandad decana de la Semana Santa contemporánea -y que alcanzó su primer siglo de vida en 2017- será la primera en realizar estación de penitencia hasta la Catedral. Se trata de una novedad con respecto a años anteriores y es que, con el fin de adelantar horarios, la cofradía ajustará su estancia en la calle y agilizará el ritmo del cortejo.

Descubrir el romanticismo que imprime la hermandad en el cortejo es uno de los baluartes de la jornada. Exquisito repertorio, exorno floral, disposición de candelería, vestimenta de los titulares y otros muchos detalles que encierran estos nazarenos, permiten hablar de una de las corporaciones penitenciales más punteras de la Semana Santa. Y si ya, para colmo, nos dejamos llevar por la escenografía que envuelve a su estación de penitencia -especialmente a la recogida- será difícil no quedar embelesado.

lanzada

Tesón, constancia y perseverancia. Quizá sean estas tres virtudes con las que los hermanos de esta cofradía podrían ser identificados. Las largas y frías noches, lluviosas además en esta Cuaresma, prácticamente a la intemperie tienen los días contados en La Lanzada. Martes Santo de 2018: la última vez que veamos la carpa de salida de la hermandad en la parroquia de los Dolores. Momento histórico, sin duda, para la Semana Santa granadina que permitirá escribir una nueva página en su fecunda historia.

Será un Martes Santo, además, donde seguir comprobando que la dedicación que se pone en la organización de la estación de penitencia da sus frutos. Es por eso que acercarse hasta el barrio para contemplar el discurrir de la hermandad es una de las grandes opciones de la jornada, y dejarse llevar por la alegría que contagian sus pasos.

esperanza

Palabras mayúsculas en la Semana Santa: sale la hermandad de la Esperanza. Largos tramos de nazarenos de verde y blanco se desplegarán por las calles de Granada. El asombroso cortejo, regado además por la sabia nueva que aportan también el centenar de monaguillos que participan, nos llevan a disfrutar de una de las cofradías más espectaculares de la ciudad. Y, si a eso, puede sumarse el sugerente andar de Jesús del Gran Poder, con valiente zancada y la túnica morada de sarga al compás…

No obstante, este año, todo el protagonismo se centrará en ella, en la Virgen de la Esperanza. La antigua dolorosa de las Tres Necesidades que hace 300 años talló José Risueño es hoy uno de los referentes devocionales de los cofrades granadinos. El imponente palio de Trinidad Morcillo y Orfebrería Maestrante es icono de aquello que el padre Iniesta se atrevió a denominar como la "máquina de la belleza".

humildad

Icono del Martes Santo. La cofradía del Señor de la Humildad y Soledad de Nuestra Señora será la encargada de clausurar la jornada, como la más veterana del día. Su singular idiosincrasia, con el misterio cargado de la esencia del barrio y el paso de la Virgen alumbrado por la seriedad de la esencia cofrade. Así es esta hermandad, así es lo más genuino de nuestra Semana Santa.

Perderse en la belleza de La Soledad, obra cumbre de los hermanos González, es quizá uno de los grandes momentos de esta semana de pasión. Meterse en la bulla del Señor de la Cañilla, en Jesús y María, es disfrutar de esa conjunción de formas, sonidos, fragancias y sensaciones que inundan el barrio del Realejo en Semana Santa.