Después del manto de la Virgen del Triunfo, donde ya se da por concluida la Semana Santa, los cofrades llegan al tiempo de la tertulia y el balance. A las conclusiones y al estudio de los puntos de mejora para una Semana Santa activa y dinámica, siempre en evolución y constante progreso. La de 2022 ha traído consigo muchos momentos para comentar y valorar cómo ha resultado la vuelta de las cofradías a la calle.
Las instituciones empezarán a comentar los resultados en términos económicos: impacto turístico, ocupación de plazas hoteleras o incidencias en los planes de logística. Sin embargo, en términos estrictamente cofrades, ¿qué cabe extraer de la Semana Santa de Granada 2022?
La asignatura pendiente
La directora del Centro de Estudios Cofrades, María José García Escobar, valora también muy positivamente el resultado de la Semana Santa de 2022. Desde el punto de vista patrimonial valora cómo "las hermandades han avanzado en la puesta en la calle, con una presentación muy buena y cuidada: no ha habido un gran número de estrenos pero todos de mucha calidad, grandes exornos florales y unas crucetas de música de gran altura". Para García Escobar todo lo que se ha vivido "no sólo se debe a las ganas que teníamos de ver hermandades en la calle sino que estos dos años de parón nos han servido para coger fuerzas y estar mucho más comprometidos con nuestra Semana Santa".
El aspecto negativo que se señala viene en la falta de nazarenos en los cortejos: "Todos nos hemos esforzado muchísimo y se ha visto en la calle pero hemos visto cómo algunas hermandades han visto mermados sus cortejos. Granada sigue teniendo la asignatura pendiente de los nazarenos en las filas y de los hermanos viendo su cofradía desde la calle".
El gusto por el detalle
Claveles, rosas, orquídeas, calas, tulipanes... El elenco de flores que cada año nutren las jarras, violeteras, frisos y calvarios de nuestros pasos es un derroche de color y fragancia con el que presentar a las imágenes titulares de las 32 cofradías que integran la Semana Santa granadina. Para Víctor Vedia, la cuestión de los exornos se presentaba difícil antes del Domingo de Ramos aunque, finalmente, parece que ese riesgo de falta de provisiones no ha llegado a materializarse.
Vedia observa que, en lo que respecta a los pasos de Cristo, y especialmente a los misterios, "generalmente estamos tendiendo a perder los claveles y el iris. Me gustó mucho ver a Jesús del Gran Poder, aunque no saliera, con su monte de iris morado". Para este florista, en lo que toca a los pasos de palio, "se ha consolidado el estilo que, en su día, consiguió crear la Virgen del Mayor Dolor o los altares de cultos del Rosario, apostando por la mezcla de flores y toques en distintos colores. Este año se ha visto cómo se ha jugado con la variedad: rosas, orquídeas, flor de arroz... en general, ha quedado bastante bien. Cada vez nuestras hermandades cuidan mucho más la presentación del exorno floral, hemos ganando siendo innovadores pero sin estridencias".
Como contrapartida, la presentación a nivel de flores de pasos como el de la Virgen de la Luz: "aunque las esquinas estaban muy bien hechas, en cada levantá se iban desarmando. No podemos imitar tanto los pasos de fuera. Tampoco me ha gustado, pero nada, la Virgen de la Alhambra: entera de blanco volvemos a no saber si es un paso de misterio o son un paso de Virgen".
Aguantando los kilos
A costal o a hombros, los pasos de la Semana Santa han vuelto a la calle en una situación compleja, marcada por las recomendaciones sanitarias bajo las trabajaderas. Finalmente, la incidencia del virus se ha situado muy por debajo de las primeras expectativas, donde las primeras informaciones sitúan en apenas 10 los costaleros que han dado positivo a lo largo de las ocho jornadas.
En lo relativo al trabajo, la capataz Laura Coca considera que "teniendo en cuenta la inquietud que había, después de dos años, todos teníamos dudas e incertidumbre de como iría todo". Son embargo, la responsable del paso de la Virgen de la Soledad, sostiene que el balance que cabe extraer es positivo: "por lo que he hablado y preguntado también a otros compañeros, está Semana Santa ha sido como otra cualquiera. No he visto mucha diferencia en cuanto a nivel y calidad. Creo que todos hemos jugado un papel muy importante en concienciarnos de estar muy pendientes del trabajo, estar lo más enteros posibles y llevar siempre los kilos arriba".
Se mantiene el nivel musical
Inherente a la Semana Santa es la música que acompaña a cada una de las cofradías durante sus estaciones de penitencia. Música de capilla, agrupación musical, cornetas y tambores o bandas de música ponen compás al discurrir de los pasos. La de 2022 era un reto para la música procesional granadina que temía resentirse tras dos años en dique seco.
El compositor y director de El Padul, Víctor Manuel Ferrer, extrae una lectura positiva de todo lo que se ha vivido en estos ocho días desde el plano musical. "En esta Cuaresma, eran más los miedos sobre cómo iban a presentarse las bandas y cómo iban a resistir después de la pandemia a cómo en verdad ha salido todo. Hemos podido comprobar que el nivel de otros años se ha mantenido e incluso algunas bandas han continuado mejorando: más calidad de matices, de afinación... Ahí está el caso de Armilla o Jesús Despojado". Una tendencia, dice el compositor de Mi Amargura que pone a la música de la Semana Santa en un nivel nunca antes conocido: "solo hay que echar la vista atrás y ver cómo era la música en Granada hace diez años". Para Ferrer, está Semana Santa ha sido "la consolidación de los clásicos, que han llegado para quedarse, y también de autores nuevos que están consolidándose con la calidad de música, como Cristóbal López Gándara".
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