Semana Santa

Al tercer día, por fin una jornada plena

  • Pese a que las nubes siguen amenazando, las cinco cofradías del Miércoles Santo pudieron salir tras dos jornadas en blanco por la lluvia

Aunque las nubes no nos abandonaron y la mañana se presentó lluviosa, al final volvió la normalidad y después de dos días desastrosos de cancelaciones y mucha lluvia, Granada pudo disfrutar de su Miércoles Santo. Las cinco cofradías del día hicieron su estación de penitencia desafiando a las negras nubes que se empeñan en acompañar a la Semana Santa de este año y que se presentaron sin avisar .

Y se notó las ganas de quitarse la espina de los dos últimos días porque las calles estaban abarrotadas y las cofradías estuvieron acompañadas por miles de personas durante todo su recorrido. No en vano, el Miércoles Santo es la puerta de los días grandes y realizan su salida hermandades tan turísticas como la de los Gitanos y tan cofrades como la del Rosario.

La primera en ponerse en la calle fue la cofradía de los Gitanos, desde la Iglesia del Corazón de Jesús en la Gran Vía. Este año volvía a ser la primera en realizar su salida después del cambio de horarios y la expectación durante todo su recorrido, desde su paso por el centro hasta su subida a la Abadía del Sacromonte, fue multitudinario.

La segunda de la jornada fue la cofradía Universitaria, que sigue demostrando lo bien que trabajan desde su nueva época y que sacó un cortejo serio, amplio, muy bien colocado y que acompañó a Jesús de la Meditación, llevado por su cuadrilla de costaleras, que se presentó elegante sobre un calvario de iris, flor que llenaba más que nunca el paso.

Desde San Matías también cumplió con su salida penitencial la hermandad de Paciencia y Penas. Tras realizar la difícil bajada de la escalinata de acceso al templo de San Matías, el paso de Jesús de la Paciencia, sobre calvario de clavel rojo con jarras de iris en las esquinas, realizó su recorrido con elegancia. No en vano, es quizás la imagen más bella de la Semana Santa granadina. Detrás, la Virgen de las Penas, titular de esta corporación.

La representación clara de lo que se podría exportar como cofradía completa, bien formada y con pasos bien planteados es la hermandad del Rosario, que realizó ayer de nuevo una estación de penitencia brillante con el cortejo más amplio de la Semana Santa de Granada. Desde la Iglesia de Santo Domingo se puso en marcha esta cofradía, que en su primer paso, el del Cristo de las Tres Caídas, ya da ejemplo de buen andar costalero y de repertorio de pasos y estilo. Detrás, la banda de cornetas y tambores de la hermandad, también ejemplo en la música cofrade granadina y de gran calidad musical.

El segundo paso, el de la Virgen del Rosario, se muestra ya culminado y este año estrenaba una saya bordada en hilo de oro sobre terciopelo azul marino bordada por Jesús Arco bajo diseño de Álvaro Abril que volvió a encandilar a los presentes y que se incluye en un paso de palio que cumple todos los cánones de la perfección.

Desde el Monasterio de las Carmelitas Descalzas también cumplió sin pensar en el tiempo la hermandad del Nazareno, que este año además tenía una salida importante porque se cumplía el 25 aniversario de la incorporación de la imagen de la Virgen de la Merced a la corporación. Además, se presentaba restaurada, lo que ha permitido incidir en el carácter silente, monacal y austero de esta corporación. Delante, el paso del Nazareno, sobre calvario de iris y con túnica bordada que llevó el silencio y el recogimiento a todos los que salieron a la calle a disfrutar del Miércoles Santo granadino. Al paso de esta cofradía por Ganivet, un hecho para la historia. El nuevo capataz general de la cofradía, Miguel Ángel Roldán, cedió el martillo para que guiara el paso por tribuna al histórico capataz José Ibáñez, que sacó a la Merced hace 25 años.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios