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El 20 de abril de 1992, un lunes de pascua, se inauguró la Expo 92 de Sevilla. Fue un evento transformador para la ciudad que atrajo hasta el 12 de octubre a más de 18 millones de visitantes al recinto ubicado en la Isla de la Cartuja. Muchos espectáculos y actividades culturales inundaron el lugar durante seis intensos meses.
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Han pasado ya 30 años y puede que más de uno se pregunte: ¿Qué queda de todo aquello? Vamos a realizar un recorrido por el recinto de la Exposición en 2022 y vamos a ver en qué estado se encuentran los pabellones que aún siguen en pie. Además de los edificios, veremos cómo resisten algunas infraestructuras.
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Pabellón hecho en madera con líneas ondulantes. Destacó por albergar un iceberg de 60 toneladas que se mantuvo a temperaturas bajo cero con cortinas de aire frío. Actualmente no tiene uso.
Se trata de un interesante edificio obra de Santiago Calatrava. Parte de su estructura se abría para descubrir su terraza. Se conserva casi sin cambios. Alberga la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta.
Era uno de los pabellones que más gente atraía. Siempre había enormes colas (con hasta seis horas de espera) para entrar. Su gran atractivo era el cine IMAX. Ahora es sede de la Escuela Organización Industrial (EOI). Llama mucho la atención la abundante vegetación que tiene actualmente a su alrededor: se puede comparar con esta foto.
Su fachada clásica llama mucho la atención entre tanto edificio moderno alrededor. Se conserva tal cual. Muchos lo recordarán por su acuario. Ahora es sede de la Estación de Ecología Acuática Príncipe Alberto I de Mónaco, perteneciente a Emasesa.
Uno de los pabellones más característicos de la Expo. Su perfil se ve con claridad desde el río, dibujando la silueta de la Cartuja desde lejos. Constaba de cuatro espacios diferenciados: Universo, Telecomunicaciones, Medio Ambiente y Energía. Precisamente, este último, situado más al norte, ha sido rehabilitado recientemente y se ha convertido en el Archivo General de Andalucía. El canal anexo, en cambio, sigue en muy mal estado.
Otra joya de la Expo. Lo utiliza actualmente la Fundación Tres Culturas. Es un edificio muy bonito con un exterior llamativo que combina tradición con modernidad y un interior espectacular en el que destaca una fuente con una caída de agua que atraviesa varias plantas (se puede pedir cita para visitarlo).
Este pabellón trató de concienciar sobre la importancia el ecologismo en 1992. Pasó de manos municipales al Consulado de Marruecos. Aunque está en uso, su aspecto está muy estropeado. En la parte de atrás se ha tenido que desplegar una red ante el temor a que se desprendan algunos elementos de la fachada.
Tras el Pabellón de la Naturaleza, había un recinto con un jardín cubierto que con los años pasó a ser el Jardín Americano. Su vegetación ha crecido mucho, hasta prácticamente ocultar el techado que tiene. Aunque se restauró hace unos años, su aspecto sigue dejando mucho que desear. Compara la imagen con esta otra.
El estanque bajo la cubierta de madera del Jardín Americano. Agua sucia, pintadas o elementos rotos. Da la sensación de estar muy descuidado.
Otro edificio con un diseño muy peculiar. Se le llama 'La garganta del infierno' en honor a una formación geológica de este país. Su parte de madera representa la quilla de un barco y la metálica, una máquina. Es sede de la fundación Fidas (Fundación para la Investigación y Difusión de la Arquitectura).
Un pabellón muy interesante, que pese a llevarse mucho tiempo en desuso y abandonado, ha recuperado su esplendor tras ser restaurado recientemente. Hecho con madera y cubiertas de pizarra, es un Bien de Interés Cultural (BIC). Fue un espacio expositivo de la Agencia de la Energía Viva. Afortunadamente, parece que volverá a utilizarse.
Enorme edificio rectangular cuyo diseño se concibió como una ciudad amurallada. Llamado durante la Expo el 'Palazzo Italia', esta dedicado actualmente a acoger gran número de empresas de distinta índole.
El Pabellón de Italia puede no llamar mucho la atención por fuera, pero merece la pena entrar para ver su espacioso interior. Contiene una maqueta de madera de Sevilla muy interesante.
Otro diseño interesante. Llama la atención el espejo de su fachada, donde se refleja precisamente el pabellón que tiene delante: el de España. Sin duda, un gesto al país organizador. En 2022 se conserva muy bien y es un centro de empresas.
Otro de los pabellones importantes de la Expo. Era el segundo más grande del recinto tras la Plaza América. Aunque actualmente forma parte de Isla Mágica, la conservación de sus fachadas exteriores es bastante deficiente.
Otra imagen del exterior del pabellón de España. En el 92 se formaban enormes colas para acceder al interior. Recibía hasta 30.000 visitas al día.
Un edifico pequeño, pero de líneas elegantes. Es sede de la Agencia Andaluza de la Energía. Ha sufrido varias reformas en estas tres décadas: se han añadido ventanas o se han cambiado colores.
El caso de uno de los pabellones que estaban pensados para su desmontaje tras la Expo y que ha llegado hasta 2022. Su seña de identidad es la pared rocosa. Es sede del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA)
Este pabellón se conserva muy bien, pese a ser planteado como efímero. Representa un 'Janchijip', una construcción típica del país dedicada a los banquetes. Como curiosidad, durante la Expo los cilindros de su estructura eran rojos.
Lo que más destaca de este pabellón es el conjunto exterior. La torre central está flanqueada por otras doce que representan a los que por aquel entonces eran sus miembros. Precisamente, estas torres tienen la forma de las chimeneas de los hornos del monasterio de la Cartuja. El edificio es sede del PTC Cartuja. Es recomendable visitarlo de noche, ya que aún lo siguen iluminando.
Tras la Expo, este edificio vanguardista fue sede de Correos, como centro de investigación y desarrollo postal. Aún se puede ver el rastro que dejó su logo en una de las paredes. Actualmente alberga el Instituto Andaluz de Administraciones Públicas. Está muy bien conservado.
Ha sido sede de varias fundaciones, aunque actualmente está en desuso, la Junta ha informado de que se va a convertir en un centro de emprendimiento. Este edificio se distribuye su superficie en una planta, un semisótano y un sótano. Cuenta además con una amplia terraza. Cuesta dar con él desde la avenida principal, ya que la vegetación lo cubre mucho.
Actualmente lo ocupa un centro de empresas, aunque en algunos lugares parezca abandonado. La característica equis que decora el pabellón fue una referencia a cómo se escribe el nombre del país. También simboliza la unión o punto de encuentro de civilizaciones.
Este edificio parece completamente nuevo, pero es de los originales de la Expo. Tras la muestra, lo usó el Consulado de Cuba hasta 1996. Posteriormente pasó a manos de la empresa Veiasa (Verificaciones Industriales de Andalucía). Le hicieron muchas reformas, como los nuevos ventanales, la entrada o los revestimientos exteriores. La rampa de acceso es similar a la de 1992.
Este edificio daba cobijo en la Expo a los stands de 15 países africanos. Actualmente se mantiene en buen estado de conservación y sin apenas cambios. Es la sede de la Conferencia de Empresarios de Andalucía (CEA), que precisamente fue la encargada de financiar su construcción.
Al igual que pasaba con la Plaza de África, este enorme edificio daba cobijo a 16 países americanos sin pabellón propio. Actualmente es la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla.
Es el único superviviente de los pabellones autonómicos que distribuían por las actuales calles José de Gálvez y Juan Bautista Muñoz. Se convirtió en sede de la RTVA tras la Expo. Cada cuerpo del edificio tiene una simbología: la base de mármol blanco representa la cultura tradicional; el cuerpo central de arenisca, la cultura elaborada, y el cilindro inclinado expresa la modernidad.
Una de las joyas de la Cartuja. El Monasterio de Santa María de las Cuevas fue restaurado completamente antes de la muestra, manteniendo su identidad en todo momento. Durante la Expo fue el punto donde se recibía a las autoridades. Es la sede actual del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y de la UNIA. Está muy bien conservado.
En una esquina del recinto del monasterio, está el Pabellón del Siglo XV. Actualmente sigue tapiado, pero está previsto que pronto pase a formar parte del CAAC.
Se trata de una infraestructura que aún sigue en uso. Justo delante del monasterio, muchas personalidades llegaban a la Expo en helicóptero.
Es un pabellón muy característico por la figura de Gambrinus, mascota de Cruzcampo, suspendida de unos cables. Salvo por el cambio de color en la fachada y el deterioro de la figura que lo corona, se ha alterado poco por fuera. Actualmente alberga un restaurante y un 'tablao' flamenco.
Ahora se llama Auditorio Rocío Jurado y sigue usándose para eventos culturales y conciertos. Su entorno, no obstante, está muy deteriorado.
En 1992, el pabellón tenía un pebetero justo delante en honor a los JJOO de Barcelona de aquel mismo año. Actualmente, lo ocupa una discoteca. Su entorno se ha alterado demasiado, ya que, entre otras cosas, oculta el acceso al parque que hay detrás.
Esta torre tenía una cabina que ascendía dando vueltas mientras ofrecía una vista panorámica de 360º de todo el recinto. Actualmente está abandonada en los Jardines del Guadalquivir.
Aunque son visitables y, en general, sus plantas y árboles están cuidados, presenta varias zonas muy decadentes: fuentes vacías, elementos rotos, pintadas... El acceso al propio recinto está muy escondido, ya que está detrás del antiguo Pabellón del COI y cuesta ver su entrada.
Este pabellón, diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, acogió muchas actividades durante la muestra y fue uno de los más visitados. Tiene la forma de la quilla invertida de un barco. Actualmente es un espacio expositivo y sede de una escuela de hostelería.
Es una torre mirador construida por la empresa fabricante de ascensores Schindler. Se puede subir pagando la entrada de la exposición del Pabellón de la Navegación.
Era uno de los centros de entretenimiento más importantes de la Expo. Tenía capacidad para 5.500 personas y era una de las zonas más animadas. El edificio se desmanteló en 2007 y se comenzó la construcción de un complejo de oficinas en 2015, pero no se acabó.
Era uno de los accesos al canal que llevaba al Lago de España. Unos barcos hacían recorridos por el canal. Actualmente permanece cerrado.
Es uno de los edificios dedicados a empresas. Se mantiene intacto en 2022. Es el Centro de Formación del Profesorado de Sevilla.
El edificio ONCE ha cambiado algunos colores de su decoración, pero se mantiene casi idéntico. Ahora lo ocupan la Fundación ONCE y la empresa Ilunión
Este edificio tiene un diseño muy interesante y se mantiene bastante bien. El único cambio que ha sufrido es el de la empresa que lo ocupa actualmente. Es sede de MacPuarsa.
Uno de los elementos representativos de la muestra. Se mantiene en la actualidad, aunque ya no dispersa gotas de agua micronizada.
Es uno de los ejes de la Cartuja que destaca por su buena conservación. Su gran cantidad de fuentes y pérgolas sirven para refrescar el ambiente. La Esfera Bioclimática está al final de esta avenida.
Era una parada de tren en plena puerta de la Expo. El AVE llegaba a parar aquí para facilitar la llegada del público. En 2011 comenzó a rehabilitarse para que llegaran trenes Cercanías. Desde marzo de 2020 está sin servicio por falta de usuarios.
La Expo tuvo varias puertas para acceder al recinto. Tenían unas estructuras muy vistosas con toldos. Al acabar la muestra, las desmontaron todas salvo una: la Puerta del Aljarafe. Aún mantiene los soportes de los toldos.
Hay varias de ellas en el recinto y se pueden ver desde fuera. Muy mal conservadas todas y carentes de sentido al desmantelarse el monorraíl. La de la foto está próxima a la Plaza de América y presenta varias cosas de interés: en el suelo hay restos del sistema de canalización del agua para refrescar a los visitantes. Al fondo se ve también un quiosco original de la Expo.
Lo que hoy conocemos como Teatro Central debe su nombre a uno de los bancos patrocinadores de la muestra en 1992: El Central Hispano.
Se conserva muy bien con su característica forma con el hueco en la zona central, aunque la vegetación no deje admirarlo bien desde lejos. Actualmente es la sede de Inerco.
Actualmente es un complejo de oficinas llamado Edificio Expo. Destaca por el óxido de la superficie metálica de la fachada exterior.
Centro de prensa durante la Expo 92. Ahora es un centro de oficinas.
Otro de los edificios que siempre ha destacado por su forma en la Cartuja. Si bien estaba en pie en el 92, no se acabó ni se puso en uso hasta 1993. Actualmente, su enorme superficie la ocupa la Junta.
En 1992 acogió alguna muestra, pero al acabar se convirtió en el Centro Regional de Red Eléctrica de España.
Actualmente, lo ocupa la RTVA. Está en buen estado.
Este hotel ya estaba operativo en 1992, aunque se llama Barceló Renacimiento. Se sitúa en el límite norte del recinto. Sus bloques principales recibían el nombre de los barcos de la primera expedición de Colón a América: la Pinta, la Niña y la Santamaría. Con los años ha ido añadiendo más edificios, como un centro de convenciones.
Era un espacio con maquetas de gran calidad de 72 monumentos y accidentes geográficos singulares de Andalucía. Tras la muestra, pasó a formar parte de Isla Mágica bajo el nombre de El Balcón de Andalucía. En 2013, pasó a manos de otra empresa y ya cayó en el olvido. Actualmente no se puede visitar y unas vallas impiden ver el mal estado en el que se encuentra.
El Lago de España era uno de los ejes principales de la Expo. Por su superficie iban barcos y por las noches acogía el espectáculo del lago, que congregaba a mucha gente en sus orillas. Tras la muestra, Isla Mágica se hizo con él y en 1996 comenzaron a cubrirlo de tierra en ciertos puntos. La lámina de agua actual es sólo el 33% de la original.
La última víctima del olvido del legado de la Expo ha sido el Pabellón de la ONU. El edificio estuvo ocupado durante años por un gimnasio hasta que, finalmente, el Ayuntamiento dio permiso para que se derribara. La demolición comenzó en noviembre de 2020. La parcela la ocupará una residencia de estudiantes.
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